El banco central de Brasil observó una aceleración de la inflación en lo que va de año, pese a las agresivas alzas de las tasas de interés de referencia, y elevó su proyección para los precios controlados por el gobierno a 10,7%, desde 9,3%. La debilidad de la divisa y el incremento de tarifas están aumentando el costo de vida este año, pero la presión inflacionaria podría remitir en 2016 y acercarse al objetivo anual, señaló el emisor en las minutas de su último encuentro de política monetaria.
"La intensificación de los ajustes en los precios relativos de la economía hizo que el balance de riesgos para la inflación fuera menos favorable para este año", explicaron los banqueros centrales en el acta de la reunión de marzo, consignó Bloomberg. La política monetaria y el crecimiento interno por debajo de su capacidad "mejoran las perspectivas de inflación converja a 4,5% en 2016".
La entidad presidida por Alejandro Tombini decidió la semana pasada elevar la tasa referencial Selic en 50 puntos básicos hasta 12,75%, su nivel máximo en seis años, manteniendo el intenso ritmo de ajuste monetario para luchar contra la escalada de la inflación.
El banco central está elevando los costos de endeudamiento como garantía para frenar el aumento de los precios al consumidor para alcanzar el objetivo hacia fines de 2016.
La inflación anualizada ha aumentado casi a máximos de diez años a medida que el gobierno deja que suban los precios de la energía e impulsa impuestos sobre bienes, desde los carburantes a los cosméticos, para fortalecer las cuentas públicas.
"Las minutas dejan claro que la preocupación sobre la inflación está focalizada en 2015 y que mejorará el próximo año", explicó a Bloomberg Enestor dos Santos, economista de BBVA. "También señalan que el ciclo de ajuste todavía no ha acabado".