Brasil: gobierno en alerta por llamado a adelantar elecciones
Empresarios y asociaciones del sector productivo esperan una mejora a partir del segundo semestre.
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Cuando faltan menos de dos meses para que el Senado Federal de Brasil tome una decisión definitiva en torno a una posible destitución de la presidenta Dilma Rousseff, la propuesta de la suspendida mandataria de un referendo sobre elecciones adelantadas tiene en alerta al gobierno interino.
Así lo reportan medios brasileños, que destacan que asesores del presidente Michel Temer ven con preocupación las ofertas que la jefa de Estado hace a parlamentarios para cambiar a su favor el rumbo del juicio político.
Desde la semana pasada, Rousseff se ha mostrado abierta a la posibilidad de llamar a una consulta ciudadana con las opciones de mantenerla en el poder o convocar a elecciones anticipadas. En una entrevista televisiva, la mandataria –quien es acusada de manipular las cuentas fiscales para esconder el déficit– sostuvo que la posibilidad de adelantar los comicios “no debería descartarse” y que, para ello, sería necesario “retomar la normalidad democrática”.
El fin de semana, el mentor político de Rousseff y ex presidente del país, Luiz Inácio Lula da Silva, puso sobre la mesa una eventual candidatura para retornar al Palacio de Planalto. “Cuanto más me provoquen, más riesgo corro de volver a ser candidato”, dijo en una manifestación contra Temer en la que participaron unas 100 mil personas.
Asimismo, en una encuesta de CNT/MDA, el ex mandatario encabezaba todos los escenarios para una primera vuelta electoral prevista para 2018. En simulaciones de segunda vuelta, Lula aparecía en el límite de un empate técnico con la ex candidata Marina Silva, el senador Aécio Neves, quienes lo superan, y de Michel Temer, que obtiene menos preferencias.
Mejoran proyecciones
Empresarios y asociaciones del sector productivo aseguran que los privados ya hicieron los ajustes estructurales necesarios y que hay una mejora de confianza. Así, prevén una mejora a partir del segundo semestre, aunque el sector aún espera medidas concretas antes de retomar la inversión.
“La confianza no mejoró más por las incertidumbres en la esfera política”, dijo el presidente de la red de almacenes Riachuelo, Flavio Rocha, al diario brasileño Valor. “Es el retorno del protagonismo de las iniciativas libres superando al protagonismo del Estado. Es un cambio ideológico”.
Según la Fundación Getulio Vargas, el Índice de Confianza Empresarial da señales de desestancamiento.
El superintendente adjunto de ciclos económicos de la institución, Aloisio Campelo, dijo a Valor que “en el caso del consumidor, los resultados todavía no son claros. Una lectura honesta de los gráficos no permite mucho optimismo por ahora”.
En tanto, sondeos en el sector constructor dicen que 22% de las empresas están optimistas sobre las acciones del gobierno durante los próximos doce meses. En abril, apenas 6% estaban optimistas.