Economía

Caída del peso argentino obliga a Macri a postergar reformas y a pedir ayuda al FMI

Mandatario busca acelerar el descongelamiento de la relación de su país con el Fondo, lo que describió como “el único camino posible para evitar una gran crisis económica”.

Por: Ignacio Gallegos F. | Publicado: Miércoles 9 de mayo de 2018 a las 04:00 hrs.
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Insuficientes fueron las dramáticas medidas que tomó Argentina la semana pasada, ante una escalada del dólar que golpeó a su moneda. Ayer, la divisa estadounidense volvía a romper su propio récord para subir hasta los 23,50 pesos argentinos, pese a que la semana pasada el banco central subió la tasa de interés referencial de 27,5% a 40% en siete días y la Casa Rosada rebajó sus metas para el déficit primario.

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El nuevo salto del dólar –que hizo llegar a perder 5% al Merval, principal índice de la bolsa trasandina– volvió a amenazar los esfuerzos del presidente Mauricio Macri por controlar la inflación y devolver la confianza a los inversionistas.

El mandatario se movió rápido. En un mensaje al país, anunció que había pedido al Fondo Monetario Internacional “una línea de apoyo financiero” que, según fuentes consultadas por Bloomberg, llegaría a US$ 30 mil millones.

“Estamos recorriendo el único camino posible para salir del estancamiento y evitar una gran crisis económica”, aseguró el jefe de Estado. Agregó: “Somos de los países del mundo que más dependemos del financiamiento externo”.

Anoche, una delegación de la Casa Rosada viajaba a Washington para iniciar los diálogos hoy, a fin de acelerar el descongelamiento de las relaciones con el FMI. El contacto con la entidad había estado interrumpido desde 2006 bajo el gobierno de Néstor Kirchner y distante bajo los mandatos de su sucesora y esposa, Cristina Fernández. Macri ha buscado retomarlo.

En un comunicado, la directora gerente del Fondo, Christine Lagarde, señaló que “Argentina es un valioso miembro del FMI. Agradezco la declaración del presidente Macri y espero con interés continuar nuestra colaboración (…). Se han iniciado discusiones sobre cómo podemos trabajar juntos”.

Crisis de confianza

Argentina ha sido el mercado emergente más golpeado por el aumento del dólar en el mundo, a medida que la devaluación del peso local abre un flanco que no estaba en los cálculos de la Casa Rosada.

Macri, fortalecido por las elecciones legislativas del año pasado y en medio de su tercer año de administración, esperaba el momento para avanzar en el retiro de subsidios, a fin de atraer inversión extranjera y controlar la inflación, ya disparada, antes de fin de año. Pero la agenda pasó a segundo plano y ahora intenta hacer frente a la devaluación del peso y los cuestionamientos a su equipo económico.

“Hay cierta crisis de confianza desde el exterior”, dijo el economista Fausto Spotorno a una radio argentina. “Los informes que están publicando afuera y las consultas que hacen muestran que hay dudas sobre lo que se está haciendo”.

El error comenzó a gestarse en diciembre, cuando el banco central incrementó la meta inflacionaria para 2018 desde el rango entre 8% y 12% a 15%, lo que hizo subir las expectativas de inflación. Pero la entidad no detuvo sus recortes de tasa.

Sin embargo, el jueves, cuando el dólar escaló hasta rozar los 23 pesos locales, la autoridad monetaria se vio obligada a subir la tasa en 12,75 puntos porcentuales. Minutos después, el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, anunció un recorte de la meta de déficit primario de 3,2% a 2,7%, en un intento por comunicar que, en sus palabras, “mantenemos el rumbo de la política fiscal”.

Ayer, el secretario de Estado señaló que “estamos buscando financiamiento preventivo para Argentina, para darle estabilidad al mercado”. También destacó que el FMI “ha dado apoyo expreso a nuestro programa gradual”.

Ayer, el banco central mantuvo sin cambios la tasa de referencia y dijo que en “el futuro próximo” será “significativamente superior”a la observada antes de su intervención.

Las nuevas expectativas

“Lo único permanente es lo que construimos con nuestro trabajo”, manifestó Macri desde un colegio bonaerense, minutos antes de hacer su anuncio sobre el FMI. “Ya no sirve más poner los problemas bajo la mesa (...) Jamás volvamos a engañarnos ni a creer en soluciones mágicas”.

Y aunque su decisión de acudir al ente internacional fue bien recibida inicialmente por los mercados, analistas advirtieron que no sería, precisamente, una solución mágica.

“Es poco probable que el acuerdo sea una ancla particularmente fuerte para el muy necesario ajuste económico del país”, escribió en un reporte el economista de Capital Economics para América Latina, Edward Glossop. No obstante, agregó que “el gobierno finalmente ha hecho su trabajo para ayudar al banco central a respaldar al peso”.

Por su parte, el economista jefe para la región de Goldman Sachs, Alberto Ramos, manifestó en un reporte que, de conseguir acceso a fondos del FMI, el país “aumenta el poder de fuego del banco central para intervenir y, a través de él, la habilidad de anclar a una moneda que se deprecia rápidamente”.

Otros analistas aún esperan ver avances en la agenda de Macri para que Argentina recupere la confianza mundial. El estratega de Legal & General Simón Quijano-Evans dijo a FT que “la manera más efectiva sería restringir las alzas de sueldos”. Con la inflación aún desanclada y los subsidios aún en juego, no está claro que tenga espacio para hacerlo.


La tormentosa relación con el FMI

  • 2000
  • Con Argentina ya fuertemente endeudada, la renuncia en octubre del vicepresidente Carlos Álvarez (quien acusó de corrupción al gobierno de Fernando de la Rúa) provoca una salida masiva de depósitos del sistema bancario. El Fondo Monetario Internacional negoció con el país un multimillonario blindaje financiero de unos US$ 40 mil millones en pagos escalonados, obligando al país a congelar el gasto público primario por cinco años, reducir el déficit fiscal y reformar el sistema previsional.
  • 2001
  • En marzo, se hizo evidente que Argentina no lograría cumplir con las metas de gasto público y déficit fiscal, con lo cual peligraban los futuros desembolsos. En mayo, el nuevo ministro de Economía, Domingo Cavallo, firma un nuevo pacto con el FMI para frenar la fuga de depósitos.
  • En diciembre, negoció una postergación de pagos y realiza el último pago de deuda, por US$ 770 millones. Días después, De la Rúa renunciaba a su cargo y el país caía en default. Su sucesor, Adolfo Rodríguez Saa, suspendió el pago de la deuda externa.
  • 2003
  • El gobierno de Néstor Kirchner logró negociar una reprogramación de las obligaciones con los organismos financieros multilaterales (FMI, Banco Mundial, Banco Interamericano de Desarrollo y otros menores) en lo que se llamó el canje de la deuda argentina.
  • 2006
  • El 3 de enero de 2006, Argentina dejó de tener deudas con el FMI concretando un pago anticipado de US$ 9.530 millones, un pasivo contraído entre enero y septiembre de 2001, con vencimientos programados hasta 2009. El país rompió relaciones con el organismo y dejó de permitir sus auditorías.
  • 2010
  • Cristina Fernández anuncia que una misión del FMI colaborará en la elaboración de una medición nacional de inflación, ante la falta de credibilidad de las cifras oficiales. El esfuerzo no tiene éxito.
  • 2016
  • Luego de una década de independencia del FMI, el país volvió a autorizar las revisiones de su economía por parte del organismo.

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