China advirtió ayer al presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, que deje de utilizar el tema de su soberanía sobre Taiwán como un chantaje en las conversaciones de libre comercio.
“La adhesión a la política de ‘una sola China’ (que incluye a la isla) es el fundamento para el desarrollo de la relación entre EEUU y China”, dijo el vocero del Ministerio de Relaciones Exteriores, Geng Shuang, quien aseguró que su gobierno está “seriamente preocupado” por la tensión con el futuro líder de la primera economía del mundo. “Si se ve comprometida o interrumpida, el crecimiento estable de la relación entre ambos países así como la cooperación bilateral en áreas importantes serían imposibles”, apuntó.
El fin de semana, en una entrevista televisiva, el próximo titular de la Casa Blanca –quien asumirá el poder el 20 de enero de 2017– dejó en entredicho si su administración respetará la política de “una sola China”, con la que desde hace cuatro décadas Washington reconoce que existe un solo gobierno legítimo en el gigante asiático, y aseguró que su apoyo al tema dependerá de un mejor acuerdo comercial. Planteó que no es Beijing quien decide si él responde o no a una llamada de la presidenta de Taiwán, Tsai Ing-wen, y criticó a Xi Jinping por su política cambiaria, por sus actividades en el Mar Meridional de China y su posición sobre Corea del Norte.
Hasta ayer, autoridades de la nación asiática habían tenido una respuesta más moderada sobre la conversación que Trump tuvo a principios de mes con Tsai. Ahora, la situación se torna más tensa: la agencia estatal de noticias, Xinhua News, advirtió que la paz mundial depende de lazos estrechos y amistosos entre ambos países.
“Para China, no hay balance entre el comercio y Taiwán”, dijo Wang Tao, jefe de investigaciones económicas de China en UBS en Hong Kong. “Taiwán es considerado el mayor interés de China y no es negociable”, explicó.
La administración de Xi considera a Taiwán una provincia y el tema es sensible para el país. Por ello, Geng dijo: “urgimos al nuevo liderazgo de EEUU a reconocer la sensibilidad del asunto y pedimos manejarlo con prudencia. Mantener la política de ‘una sola China’ fue la promesa de EEUU y queremos que la cumplan”.
Rusia más cerca
En tanto, las relaciones de EEUU con Rusia parecen tomar vuelo con la posible nominación de Rex Tillerson, presidente y director ejecutivo de Exxon Mobil, para ocupar el cargo de secretario de Estado.
Con dos décadas haciendo negocios con la industria petrolera rusa, Tillerson es considerado un buen aliado para el presidente Vladimir Putin, y su nombre dentro del próximo gabinete ha alimentado el optimismo en Moscú de que un deshielo en las relaciones está cerca.
Al respecto, Trump dijo ayer en Twitter: “más allá de si lo elijo o no, Rex Tillerson, presidente y CEO de ExxonMobil, es un jugador de clase mundial y un buen negociante”.
De ser nominado y confirmado, Tillerson –quien se ha reunido varias veces con Putin– se sumaría al aparato político de la Casa Blanca a favor de una mayor cooperación con el Kremlin junto a Michael Flynn, quien fue elegido como asesor de seguridad nacional y también apoya un acercamiento con Moscú.
Junto a ellos, estaría el General retirado James Mattis, nominado para la secretaría de Defensa, quien es visto desde Rusia como más pragmático que sus antecesores.
Escándalo con la CIA
Mientras el senador republicano, John McCain, aseguró que “no hay información” de que el “hackeo” ruso a los partidos políticos de EEUU buscaron afectar el resultado de las presidenciales, el líder de la mayoría republicana del senado, Mitch McConnell, respaldó a la CIA y dijo que le tenía “gran confianza” luego de que reportes hallaran que el gobierno de Putin intentó ayudar a Trump a ganar la elección. Al respecto, el magnate dijo: “imaginen que los resultados fuesen al revés y nosotros intentáramos usar la carta de la CIA. Dirían que es una teoría de conspiración”. “A menos de que puedan atrapar a los hackers en el acto, es muy difícil determinar quién está interfiriendo. ¿Por qué no hicieron esto antes de la elección?”, preguntó en la red social.
Beijing pide a la OMC resolver disputa sobre medidas "antidumping"
China solicitó ayer a la Organización Mundial del Comercio (OMC) iniciar un proceso de consultas con la Unión Europea (UE) y Estados Unidos por sus métodos de cálculo de las medidas contra el "dumping" (venta por debajo del precio de mercado) de los productos que importan del gigante asiático.
El Ministerio de Comercio asiático informó que reclamó la mediación de la OMC, a través de su mecanismo de resolución de disputas, al considerar que tanto Bruselas como Washington habían incumplido sus compromisos con la organización. "EEUU y la UE están entre los miembros de la OMC que han tomado más medidas 'antidumping' contra China", añadió el ministerio en el comunicado.
Beijing entiende que, luego de que el domingo se cumplieran quince años desde su entrada a la institución, sus miembros debían conceder al país el estatus de "economía de mercado" y calcular sus derechos "antidumping" en consonancia.
Bajo el enfoque de "país sustituto" de la OMC, las naciones usan los costos de producción de un tercero para calcular el valor de los productos de aquellos que formen parte de su lista de países "sin (estatuto de) economía de mercado", incluida China. La práctica permite imponer con facilidad cuotas elevadas en las disputas comerciales.
El organismo oficial señaló que actúa en defensa de los "intereses y derechos legítimos" de China y se reservó el derecho de tomar más medidas en este sentido en el marco de la OMC.