Cuando faltan apenas apenas 26 días para la elección presidencial de Estados Unidos, el partido de Abraham Lincoln está en plena guerra civil. La candidatura del magnate neoyorquino Donald Trump, quien en los últimos días perdió el apoyo de figuras republicanas prominentes y respondió con duras críticas, amenaza la influencia conservadora en la política de la primera economía mundial.
“Creo que hay un partido de Trump y hay un partido republicano. Hay muchos problemas para encajar a los dos”, dijo a Bloomberg el estratega de la colectividad Stuart Stevens, quien lideró el equipo de campaña del candidato Mitt Romney en 2012.
Por su parte, la experta republicana Ana Navarro, cuyos análisis políticos son citados en CNN, ABC y Telemundo, señaló que, a futuro, “la gente va a preguntar a quién respaldaron (los candidatos) cuando el nominado republicano era un misógino que se reía y se jactaba de ataques sexuales (...) Será una pregunta que va a pesar en sus cuellos por el resto de sus carreras políticas”.
Carrera parlamentaria
Una encuesta de Reuters/Ipsos divulgada ayer dio una ventaja de más de 10 puntos a Hillary Clinton entre votantes registrados. En el área legislativa, los demócratas alcanzaban una distancia similar, con lo que robarían las mayorías que los republicanos tienen en ambas cámaras del Parlamento.
En una entrevista con el New York Times, la analista republicana Liesl Hickey se manifestó nerviosa con la caída del apoyo de votantes independientes en varias regiones del país. “Están comenzando a alejarse de Trump”, señaló y agregó que su impopularidad está entrando en “terrenos inexplorados”.
Incluso antes de los recientes escándalos, los conservadores perdían la confianza en la cámara alta. “Hace dos semanas, yo hubiera dicho que los republicanos mantendrían el control del Senado”, dijo el encuestador y miembro del partido Neil Newhouse. “Me preocupa que estemos tan cerca del día de elección (...) hace que uno se pregunte qué tipo de impacto tiene la parte superior de la papeleta”, agregó, en referencia al candidato presidencial.
Divide e impera
De acuerdo con el New York Times, la división en el frente conservador da esperanzas a Hillary Clinton en los estados tradicionalmente republicanos de Georgia y Arizona. En otros, donde la victoria demócrata está asegurada, como Colorado y Virginia, los recursos de campaña se enfocarán en los candidatos parlamentarios.
“Si Trump continúa atacando a los líderes institucionales del Partido Republicano”, señaló el medio, “podría tener consecuencias profundas” en la carrera parlamentaria, “potencialmente rebajando la participación al desmoralizar al partido o haciendo que quienes votan por Trump nieguen su apoyo a los republicanos que lo abandonaron”.
Fed ve alza de tasas "relativamente pronto"
Al discutir la posibilidad de aumentar las tasas de interés en su reunión del 20 y 21 de septiembre, la Reserva Federal de Estados Unidos se mostró dividida y varios de sus miembros dijeron que la medida era necesaria "relativamente pronto", según evidenciaron ayer las minutas del encuentro.
"Varios miembros consideraron que sería apropiado aumentar el rango meta de los fondos federales si los eventos económicos ocurrían como el comité esperaba", señaló el documento. "Se apuntó que un argumento razonable podría presentarse para un incremento en este encuentro o bien para esperar información adicional en el mercado laboral y la inflación".
En la reunión, el Comité Federal de Mercado Abierto dejó la tasa de interés de referencia sin cambios en un rango de 0,25% a 0,5% por sexto encuentro consecutivo, a pesar de que la mayoría de los 17 participantes aún prevén que habrá al menos un alza este año.
"Entre los participantes que apoyaban la opción de esperar más evidencia de progreso continuo hacia los objetivos del comité, muchos expresaron que la decisión en este encuentro era difícil", señaló el documento.
El próximo encuentro de la Fed está agendado para el 1 y 2 de noviembre, apenas una semana antes de la elección presidencial. Dado que, tradicionalmente, el organismo evita cambiar la política monetaria en fechas tan cercanas a una definición electoral, el alza podría producirse en diciembre.
Para ello, aún deben definirse aspectos inciertos del panorama económico estadounidense, como la fuerza del mercado laboral y los avances de la inflación.
"Muchos miembros insisiteron en que hay pocas señales de presiones inflacionarias y que el progreso de la inflación ha sido lento", dijeron las minutas, que destacaron que, en la reunión de septiembre, "una mayoría ahora veía los riesgos de corto plazo para la perspectiva económica como equilibrados".
Un análisis de Capital Economics apuntó a que el único factor que podría afectar a la Fed es una victoria de Donald Trump, que remecería los mercados y podría forzar la renuncia de la presidenta del banco central, Janet Yellen.
