El gobierno de Brasil estaría listo para subir su pronóstico de crecimiento para el próximo año, reportaron ayer dos medios locales, lo que liberaría al gobierno interino de Michel Temer de tener que subir impuestos para cumplir su meta fiscal.
La noticia de un mayor optimismo de las autoridades respecto del desempeño económico provocó una apreciación del real, que llegó a subir hasta 1% frente al dólar durante la jornada.
El real se ha apreciado 25% en lo que va del año, el mejor desempeño entre las monedas mundiales, en medio de las expectativas de que la administración de Temer pueda restaurar la confianza en la economía.
Ayer, los periódicos locales Valor Económico y Estado de S. Paulo reportaron que el gobierno brasileño aumentará su estimación de crecimiento en el proyecto de ley de presupuesto para el próximo año a 1,6%, desde 1,2%, ya que algunos indicadores económicos apuntan a una recuperación.
Alza de impuestos
La mayor estimación del Producto Interno Bruto impulsaría las cuentas fiscales en cerca de 50 mil millones de reales, lo que significa que el gobierno no necesitaría subir los impuestos para cumplir su meta fiscal, afirmaron ambos diarios.
El proyecto de ley de presupuesto que se enviará al Congreso el 31 de agosto proyecta un déficit de 139 mil millones de reales en 2017 en las cuentas del gobierno federal.
Según una fuente del ejecutivo consultada por Estado, Temer no quiere anunciar medidas de aumento de impuesto. La estrategia que está siendo trazada es mostrar que la meta de presupuesto se puede garantizar con el aumento de los ingresos, impulsados por el retorno del crecimiento y por la venta de activos. El día 25 está previsto que la administración informe sobre un paquete de empresas que son privatizables, complementó Valor.
Eso sí, las autoridades no descartan que se envíen algunas medidas “puntuales” de alza de algunos tributos para que sean analizados por el Congreso.
Encima del consenso
La expansión de 1,6% está por encima de las previsiones del mercado para 2017. De acuerdo con el boletín Focus del banco central, que recopila las previsiones del mercado financiero, los analistas proyectan un crecimiento promedio de 1,1% para el próximo año, aunque algunas instituciones más optimistas se aventuran con cifra cercana a 2%.
“Las indicaciones son de que va a haber un crecimiento de la economía y un consecuente aumento de los ingresos. Si eso se configura, no será necesario aumentar los impuestos. Pero, si fuera necesario, vamos a aprobar (ese aumento)”, aseguró el ministro de Hacienda, Enrique Meirelles, el lunes tras reunirse con analistas del mercado financiero en Sao Paulo. Más tarde, Meirelles y los ministros de la Casa Civil se reunieron con Temer para analizar el presupuesto de 2017.
El lunes Credit Suisse también elevó su estimación para el próximo año a 0,8%, y dijo que la economía podría contraerse 3% este año, menos de lo que esperaba.
“El ambiente positivo para los mercados emergentes y el alza de los commodities están ayudando a los activos brasileños”, dijo Italo Abucater, director de operaciones cambiarias de ICAP Brasil Ctvm. “La mejora en los pronósticos económicos también ayudan”.
tensiones con uruguay
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Brasil convocó al embajador de Uruguay para que dé explicaciones por las declaraciones de su canciller Rodolfo Novoa, quien acusó al gobierno interino de Brasil de intentar "comprar el voto de Uruguay" en contra del derecho de Venezuela de ejercer la presidencia de Mercosur. A cambio, dijo, Brasil le entregaría acceso a futuros acuerdos comerciales con otros países.
"El embajador uruguayo fue convocado para que dé explicaciones", dijo ayer a Reuters un portavoz del Palacio de Itamaraty, sede de la cancillería brasileña. Novoa habría hecho esta declaración ante la Comisión de Asuntos Internacionales de la cámara de diputados, haciendo referencia a la visita del canciller brasileño José Serra el 5 de julio, según publicó el diario local El País.
Dilma Rousseff envía carta abierta y propone plebiscito por elecciones
Más de tres meses después de ser alejada de su cargo, la suspendida presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, divulgó una carta abierta a los senadores y a los brasileños, en la que reafirma su discurso de que es víctima de un "golpe de Estado", propone la realización de un plebiscito sobre nuevas elecciones y se compromete a no interferir con las investigaciones de la Operación Lava-Jato. El documento, divulgado en conferencia de prensa, tuvo un tono político e histórico, y no de un eventual programa de gobierno.
Rousseff se comprometió a que, si recupera el cargo tras la investigación que se está llevando a cabo en el Senado por manipulación de las cuentas públicas en 2014, realizará un plebiscito para que los brasileños expresen si desean realizar nuevas elecciones presidenciales. Para ella, sólo un líder con legitimidad popular será capaz de sacar al país de la crisis económica y política en que se encuentra.
Rousseff también profundizó en su discurso que fue víctima de un "golpe" urdido por la clase política, y acusó al presidente interino Michel Temer de traición. Afirmó además que el entonces presidente de la cámara de diputados, Eduardo Cunha, acogió el proceso de impugnación porque el gobernante Partido de los Trabajadores (PT) no le otorgó los votos para absolverlo de una investigación del consejo de ética.