Jair Bolsonaro: el “Donald Trump de Brasil” sube sus opciones de ser presidente
El exmilitar que rechaza la dictadura y cuestiona la expansión de China sacude a la élite política del país a un año de las elecciones.
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“Soy una amenaza para las oligarquías, soy una amenaza para los obstinadamente corruptos y para los que quieren destruir los valores de la familia. Esa es la amenaza que represento”. Así se posiciona Jair Bolsonaro, el “Donald Trump de Brasil”, quien es uno de los favoritos para ser el próximo presidente de la principal economía latinoamericana.
El ex capitán de Ejército y actualmente diputado del Partido Social Cristiano asegura que el régimen militar brasileño de los ‘60-‘80 no fue una dictadura. En 2016, cuando votó a favor del impeachment de Dilma Rousseff, dedicó su voto a un excoronel que participó en torturas de prisioneros políticos –incluyendo a la propia Rousseff-, por haber sido un “héroe nacional”.
En otro episodio controvertido, dijo que no violaría a su colega, la diputada y exministra de Derechos Humanos Maria do Rosário, “porque es fea y no se lo merece”.
Su particular visión de las libertades civiles hizo que el director de Human Rights Watch Americas, José Miguel Vivanco, lo tildara de “una cara fea del pasado de Brasil y de América Latina”.
Enfoque anti-establishment
A pesar de que no se considera a sí mismo populista –y aseguró en una entrevista con Bloomberg que el país no soportaría a uno-, está sacando provecho del alza de los ánimos anti-establishment ante los escándalos de corrupción que sacuden el gobierno de Michel Temer, que vio su popularidad caer a apenas 3% el mes pasado.
Más de la mitad de sus partidarios son jóvenes de 16 a 34 años, los que más sufren por la austeridad impuesta por el gobierno. Como Trump, Bolsonaro es un usuario activo de las redes sociales y anunció que gastará en su campaña sólo 1 millón de reales (US$ 315 mil), apostando por el apoyo de sus seguidores online.
Como el mandatario estadounidense, también se opone al poder económico de China, un país que considera “desalmado” y propuso restringir el acceso del gigante asiático a las industrias brasileñas. En lugar de “hacer concesiones a los chinos”, debemos formar “grandes asociaciones” con empresas estadounidenses, planteó.
“Donald Trump es un ejemplo para mí”, declaró a mediados de mes durante una visita a Estados Unidos. Aunque siempre lo comparan con el mandatario estadounidense, en temas de seguridad parece ser una mezcla entre este y el presidente filipino Rodrigo Duterte, quien inició una controvertida campaña contra el narcotráfico que dejó –y sigue dejando- miles de muertos.
Como Trump y Duterte, juega con la sensación de inseguridad de los brasileños: un 53% cree que los policías son “guerreros de Dios para imponer el orden y proteger a las buenas personas”, según estudio de Foro Brasileño sobre Seguridad Pública. “Daré a la policía carta blanca para matar”, dijo recientemente. “Los oficiales de policía tendrán la posibilidad de matar y si derrotan al enemigo, recibirán una medalla y no un juicio”, declaró en una entrevista con Bloomberg.
Economía, un misterio
En economía, sin embargo, es mucho más humilde y reconoce que sus conocimientos en el tema son “sólo superficiales”. En un alivio para los mercados, sus visiones en este campo parecen ser mucho menos radicales que en los otros.
Aunque todavía no tiene una posición clara, Bolsonaro se ha mostrado dispuesto a estudiar la privatización de algunas empresas estatales, incluyendo al gigante petrolero Petrobras, reducir el gasto público y erradicar el fraude en el sistema de bienestar.
A su vez, no descarta una reforma de pensiones promovida por el gobierno de Temer, pero apuesta por un enfoque mucho más gradual.
Incertidumbre total
El surgimiento en las encuestas de Bolsonaro alerta a la élite política del país a menos de un año de las elecciones, consideradas una de las más impredecibles en la historia de Brasil.
Con un 17% de apoyo, el candidato de extrema derecha se ubica sólo por debajo del investigado expresidente Luis Inácio Lula da Silva. Pero con las acusaciones de corrupción que enfrenta el exmandatario, sus posibilidades de llegar a participar en la contienda son inciertas, mientras que los escándalos por sobornos que golpean al gobierno de derecha actual no dejan a los candidatos oficialistas pasar el umbral del 10% de apoyo.
Ahora bien, a pesar de toda la incertidumbre electoral, los inversionistas, paradójicamente, parecen dejar los riesgos políticos de lado al momento de invertir en uno de los mercados emergentes con el mejor desempeño en el mundo.
“El reciente surgimiento de Bolsonaro sugiere que se está beneficiando no sólo del voto de protesta, sino que de la falta de otras candidaturas creíbles. Eso cambiará”, aseguraron en septiembre expertos de Eurasia.
Las visiones más polémicas del candidato
DICTADURA MILITAR Rechaza que haya habido una dictadura militar y dedicó su voto a favor del impeachment de Dilma Rousseff a un excoronel que participó en torturas en los ´70. Fue tildado de "una cara fea del pasado de Brasil y de América Latina" por el director de Human Rights Watch Americas, José Miguel Vivanco.
SEGURIDAD Y POLICÍA Busca fortalecer a la policía y relajar la legislación para portar armas, como en EEUU. "Daré carta blanca a los oficiales de policía para matar", declaró. CHINA Acusa a China de ser "desalmada" y sugiere restringir su acceso a las industrias brasileñas.
REFORMAS ECONÓMICAS Reconoce sus conocimientos "superficiales" de economía. En un alivio para los mercados, sus visiones no son radicalmente diferentes a las del gobierno actual. Reconoce la necesidad de reformas, pero con un ritmo más gradual. No descarta privatizar empresas públicas y reducir el gasto fiscal.