"Las capacidades nucleares y balísticas de Corea del Norte han mejorado bastante y están volviéndose más difíciles de predecir", advirtió ayer el primer ministro japonés Shinzo Abe, en su primera respuesta al lanzamiento de cuatro misiles balísticos por parte del régimen de Kim Jong-un, tres de los cuales cayeron en aguas territoriales niponas. La acción, dijo Abe, "claramente muestra que hay un nuevo nivel de amenaza" de parte de Pyongyang.
El gobierno japonés emitió ayer una alerta máxima frente a los lanzamientos, que remecieron el ya tenso escenario en el Asia Pacífico. Corea del Sur también condenó la acción de su vecino, que describió como un "desafío directo a la comunidad internacional".
La acción militar ocurre en momentos en que Seúl se prepara para instalar un sistema de defensa antimisiles estadounidense conocido como Thaad, según confirmó ayer la Casa Blanca. China rechaza la medida y ha asegurado que responderá con sanciones económicas.
Según datos de la ONU, Corea del Norte disparó al menos 25 misiles y detonó dos dispositivos nucleares el año pasado. Desde que Donald Trump asumió la presidencia de EEUU, el régimen de Kim también ha realizado dos provocaciones: la primera fue en febrero, cuando Abe visitaba la Casa Blanca. El mandatario estadounidense prometió responder "con mucha fuerza". La segunda fue el lanzamiento de este domingo.
Xi bajo presión
El lanzamiento de misiles norcoreanos también coincide con el inicio del congreso del Partido Popular de China, una cita en la que el líder del gigante asiático, Xi Jinping, busca demostrar su liderazgo en temas nacionales e internacionales.
El gobierno de Beijing, que aporta el 70% de las importaciones norcoreanas y envía comida y energía a ese país, ha tenido roces recientes con sus aliados en Pyongyang, tras el asesinato del hermano del líder norcoreano, Kim Yong-nam, en un aeropuerto en Malasia.
Pese a ello, China no condenó los lanzamientos. En cambio, el vocero del Ministerio de Relaciones Exteriores, Geng Shuang, señaló que "todos los actores deberían ejercer autocontrol y evitar acciones que irriten a los demás y empeoren las tensiones regionales".
Ayer, medios estatales chinos revelaron que el presupuesto defensivo del país crecerá 7% para llegar a 1,04 billones (millones de millones) de yuanes (US$ 151.430 millones) en 2017. Se trata, sin embargo, del menor salto en una década, debido a la desaceleración económica que aqueja al país.
La proliferación militar de China ha inquietado a la región, con una postura cada vez más firme en las disputas territoriales en el mar de China Oriental, el mar de China Meridional y sobre Taiwán, que Beijing considera como territorio propio.
Trump y Seúl
De acuerdo con un reporte del New York Times, asesores de seguridad de la Casa Blanca esperan presentar al presidente Donald Trump una serie de opciones para contrarrestar la fuerza militar norcoreana. Entre ellas, estaría la posibilidad de bombardear directamente en las bases de lanzamiento de misiles del régimen así como la reintroducción de armas nucleares a Corea del Sur.
En Seúl, el ministro de Unificación, Hong Yong-pyo –quien supervisa la política hacia su vecino del norte–, dijo la semana pasada que "han pasado 20 años desde que comenzaron las amenazas nucleares de Corea del Norte y las tensiones están en su peor momento (...) Por ahora, la postura del gobierno surcoreano es que el norte debería mostrar voluntad para desnuclearizarse. Eso significa que cualquier diálogo debería basarse en la desnuclearización".
Nueva restricción migratoria de Trump excluye a Irak
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó ayer un nuevo decreto para prohibir la entrada de inmigrantes desde una lista de países, excluyendo, en esta oportunidad, a Irak. El documento busca cumplir la promesa de un endurecimiento de la política de inmigración y reemplazar la orden ejecutiva emitida en enero, que fue frenada por la justicia por considerarse inconstitucional. El decreto emitido ayer comenzará a regir el 16 de marzo y prohibirá por 90 días la entrada a Estados Unidos a ciudadanos de seis naciones de mayoría musulmana: Irán, Libia, Siria, Somalía, Sudán y Yemen.
El secretario de Estado de Trump, Rex Tillerson, dijo ayer a periodistas que "como la amenaza a nuestra seguridad evoluciona y cambia, el sentido común indica que reevaluemos de forma constante el sistema que usaremos para protegerlo".
Una fuente consultada por Reuters dijo que Irak quedó fuera de la lista frente al decreto original, emitido el 27 de enero, porque Bagdad impuso nuevos procedimientos, como una investigación de antecedentes más estricta e intercambio de información, y debido a su trabajo con Washington en la lucha contra Estado Islámico.
Asimismo, a diferencia del original, el nuevo decreto asegura que decenas de miles de personas que tienen la residencia definitiva en Estados Unidos y son originarios de los países que aparecen en la lista, no se verán afectados.