El premio Nobel de Economía 2001, Joseph Stiglitz, abordó la controversia Brexit desde uno de los países del viejo continente que aún está en proceso de recuperación económica: Italia.
En una charla ante los estudiantes de la escuela de verano del Instituto de Iseo -fundada por Franco Modigliani-, ubicado a las orillas del lago del mismo nombre. Desde la terraza del instituto, con vista hacia los muelles flotantes y lujosos yates, el economista compartió el lúgubre escenario que ya está develando la eventual salida de Gran Bretaña de la Unión Europea, que será decida en el referéndum que se llevará a cabo el jueves de la próxima semana.
"Yo no uso la palabra catástrofe, pero el Brexit, sin duda, inyectaría una gran incertidumbre en los mercados, además de los muchos que ya existen, incluyendo el factor Trump para EEUU., y las tasas de interés", señaló el académico, agregando que la responsabilidad de lo que venga en el futuro es de toda Europa.
"Si ustedes quieren frenar las dudas y evitar un desastre, deben salir del letargo, evitar una vendetta, y negociar una serie de acuerdos intermedios que no dejen a Londres aislado", dijo, según consignaron agencias.
Al ser consultado respecto de las posibilidades que ve de que el Brexit se convierta en realidad, el economista de la Universidad de Columbia dio una respuesta que sorprendió a varios, entre ellos los medios presentes.
"Todo lo que sé es que el daño se ha hecho ya. Y Europa es responsable de ello. No lograron mejorar las condiciones de vida de las personas, ni reducir las desigualdades. Dejaron dentro del organismo fuerzas anti sistema que se tornaron cada vez más violentas; todo esto agravado por las políticas de austeridad que aumentaron las tensiones y prolongaron la crisis. Entonces, ¿cómo creen ustedes que vamos a estar sorprendido de que Gran Bretaña se quiera ir?".
Luego, adelantó que de ocurrir este quiebre, existirá un fuerte resentimiento hacia los británicos, ya que destruyeron el sueño de hace 60 años, de tener una sola Europa, además de quitarles el soporte financiero que implica tener a Inglaterra como una especie de garante para los servicios financieros. Y las cifras le dan la razón: el 40% de 250 multinacionales tienen sede en Londres, en comparación a apenas el 8% que tiene París. Además, el 30% del intercambio comercial entre EEUU y la UE está dirigido hacia la capital británica.
Los efectos en UK
Por otro lado, los más resentidos en Gran Bretaña podrían ser los bancos, que tendrían dificultades para financiar y aumentarían las tasas en detrimento de la economía. "La libra arriesgaría devaluarse al dejar de ser una moneda de resguardo, como lo son el euro, el dólar y el yen", haría arriesgándose devaluado el estado de una moneda de reserva que comparte con el euro, el dólar y el yen", sentenció.
Ahora, al ser consultado por las elecciones en Estados Unidos, fue casi tan pesimista como lo estaba siendo sobre Europa. "Acerca de las fuerzas anti-sistema, Trump sería el hombre del caos global y anti-todo:.. Los acuerdos comerciales, la inmigración, la política laboral, no quedaría alternativa. Pero creo que, al final, Hillary (Clinton) logrará un triunfo", afirmó.
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