Arrancó formalmente en México la campaña electoral, en la que el candidato izquierdista a la presidencia, Andrés Manuel López Obrador –mejor conocido como AMLO-, lidera las encuestas con una amplia ventaja, rumbo a los comicios del 1 de julio sin posibilidad de segunda vuelta.

Según un sondeo publicado ayer por Reuters, elaborado por la firma Parametría, López –quien se presenta por tercera vez en doce años a la contienda- tiene un 38% de apoyo, por encima de Ricardo Anaya de la coalición de izquierda-derecha “Por México al Frente”, que incluye al PAN, quien tiene un 20% de las preferencias.

En tanto, el exsecretario de Hacienda, José Antonio Meade, del gobernante Partido Revolucionario Institucional (PRI), se ubica en tercer lugar con un 16% de respaldo, seguido por la candidata independiente Margarita Zavala con un 13%.

“López Obrador está rompiendo su techo (...) está creciendo de una manera que no esperábamos”, comentó el fundador de Parametría, Francisco Abundis.

Por su parte, la encuesta realizada por Barómetro Electoral da a AMLO hasta 20 puntos de diferencia frente a Anaya. El veterano político de izquierda tendría un 43,7% de apoyo y el del PAN 23,1%.

Esta no es la primera vez que López Obrador encabeza los sondeos. En la campaña presidencial de 2006 arrancó como favorito, pero oficialmente perdió la contienda. Sin embargo, expertos políticos locales ven hoy un escenario distinto, en parte porque algunos de sus antiguos adversarios forman ahora parte de su equipo de trabajo.

Impulso a AMLO

El líder del partido Movimiento Regeneración Nacional (Morena) ha logrado extender su ventaja en los sondeos más allá de los temores que generaban sus ideales políticos en los mercados.

La moderación en su discurso a favor de acuerdos comerciales como el Nafta –cuya renegociación ha planteado querer liderar- y su posición firme en contra de la postura del presidente Donald Trump hacia los mexicanos, le han permitido ir sumando adeptos e ir ganando confianza del mundo empresarial.

“Ninguna amenaza, ningún muro, ninguna actitud prepotente de ningún gobierno extranjero podrá impedir” que el país avance, lanzó López en clara referencia a las disputas con Trump. Pero, además, le ha favorecido el aparente respaldo de la actual administración hacia la candidatura de Meade.

Gran parte de los votantes considera que el PRI y el actual jefe de Estado, Enrique Peña Nieto, son cómplices de la anarquía y del aumento del crimen en la nación. A ello se suman los escándalos de corrupción en los que están involucrados los más cercanos al mandatario azteca.

Por su parte, Anaya no ha logrado avanzar porque en su contra también pesa una investigación de la procuraduría por un acuerdo de propiedad.

La creciente violencia, causada por el crimen organizado y la corrupción que imperan en el sistema político mexicano, han sido centro el de los discursos de los cuatro candidatos presidenciales.

Alianzas para el triunfo

López se ha rodeado para esta campaña de un grupo heterogéneo, tanto entre sus asesores -que encabeza Alfonso Romo, un empresario del norte del país, la zona que más recela de AMLO- como entre sus aliados de coalición.

El líder de Morena, un partido teóricamente de izquierda, no titubeó a la hora de aliarse con Encuentro Social, una formación ultraconservadora, para tratar de asegurarse el voto evangélico. Además, ha absorbido el descontento del sector más duro del PRI o del PAN, caso de su expresidente Germán Martínez, uno de los artífices en 2006 de la campaña de “un peligro para México” con la que atacaron a López Obrador.

Aún le resta disipar el temor, especialmente entre el sector empresarial y los inversionistas, sobre el futuro de la reforma energética que quiere revisar pese al criterio de sus asesores, o sobre el nuevo aeropuerto de la Ciudad de México, que promete revocar para construirlo en otro lugar.

Trump se lanza contra México y pide al Congreso ley fronteriza

El presidente de EEUU, Donald Trump, arremetió contra México por considerar que no hace lo suficiente para proteger la frontera común y reiteró su llamado al Congreso a que apruebe la ley de inmigración, tras asegurar que el programa DACA, destinado a proteger a jóvenes inmigrantes, "está muerto". "El Congreso debe aprobar inmediatamente la Ley Fronteriza, usar la opción nuclear si es necesario, para detener la entrada masiva de drogas y personas", dijo en Twitter.

Además, Trump consideró que "México está haciendo muy poco, o nada, para detener el flujo de personas hacia México por su frontera sur, y luego a EEUU". En respuesta, amenazó con terminar el acuerdo comercial Nafta –que está en proceso de renegociación-, si no hacen más para asegurar la frontera.

Sin embargo, el ministro de Interior azteca, Alfonso Navarrete, aseguró ayer que conversó con la secretaria de Seguridad Nacional de EEUU, Kirstjen Nielsen, con quien acordó trabajar de formar conjunta para estudiar cuál es la mejor manera de abordar el flujo de migrantes.

Los mensajes de Trump se referían a un grupo de 1.500 hombres, mujeres y niños de Honduras, Guatemala y El Salvador que están viajando hacia México en una "caravana de refugiados".