Macri busca reducir impuestos y fomentar la inversión mientras S&P eleva la nota de Argentina
La agencia S&P subió ayer la calificación del país a “B+” desde “B”, por una mayor confianza sobre la capacidad política del gobierno para avanzar en sus cambios.
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Consensos básicos. Ese es el eslogan con el que el presidente de Argentina, Mauricio Macri, dio inicio oficial al segundo tiempo de su gobierno, tras su victoria en las elecciones legislativas este mes.
Ante más de un centenar de empresarios y autoridades del oficialismo y la oposición, el mandatario abrió ayer, por primera vez, la puerta a un acuerdo amplio en torno a los cambios que quiere impulsar para reducir la pobreza, bajar los impuestos e impulsar la inversión.
Los consensos que buscará Macri giran particularmente en torno a la reforma fiscal, que la Casa Rosada presentaría hoy y con la que espera ordenar las cuentas públicas del país.
“No podemos seguir gastando más de lo que nos ingresa. Tenemos que comprometernos al equilibrio fiscal”, manifestó el mandatario. “Esto no es negociable. No es nuestro dinero el que nos toca administrar, es el dinero de todos los argentinos”.
Aunque el gobierno ha sido hermético sobre el contenido del proyecto tributario, fuentes consultadas por Bloomberg señalaron que buscaría reducir gradualmente de 35% a 25% la tasa para las empresas que reinviertan sus utilidades. El cambio tomaría cinco años.
Según Macri, el principal objetivo de la reforma será “avanzar a un sistema más simple y equitativo (...) Tenemos impuestos que ningún país tiene y la peor distorsión a nuestro sistema es la evasión fiscal”.
Tras las elecciones en que su partido se instaló como primera fuerza en la cámara baja, el presidente había señalado que el país seguiría adquiriendo deuda. Ayer añadió: “No nos gusta endeudarnos, pero menos mentirnos” y prometió que la inflación al cierre de este año “será la más baja desde 2009”.
El mandatario impulsará una serie de medidas para impulsar el empleo y la formalización laboral, a fin de fomentar “más y mejor creación de empleo privado”. Macri también delineó que propondrá un cambio en el sistema de pensiones. “Tenemos que empezar a tener una discusión adulta” sobre el tema y que “no debe haber jubilaciones de privilegio”, dijo.
Otro eje de consensos girará en torno a las instituciones públicas, con una reforma en la justicia y en el sistema electoral, así como medidas para aumentar la transparencia pública. “Los argentinos han decidido vivir en una democracia republicana con instituciones respetadas que también los respeten a ellos”, sentenció.
S&P sube la nota
La agencia Standard & Poor’s subió ayer la calificación de Argentina a “B+” desde “B”, por sus expectativas de una mejora económica, y dejó en “estable” la perspectiva.
“La acción de calificación refleja una mayor confianza sobre la capacidad política del gobierno para continuar avanzando con su agenda económica, lo que da por resultado una política económica y gobernabilidad más predecibles”, afirmó S&P. “En este contexto, esperamos un crecimiento económico moderado, pero sostenido, en los próximos tres años y una menor volatilidad potencial”, agregó.
Los ejes del diálogo
REFORMA FISCAL La Casa Rosada buscará acordar cambios que permitan controlar el déficit fiscal. Además de la reforma tributaria, el presidente Macri delineó ayer un cambio al sistema de pensiones, que se sumaría a los esfuerzos de control y transparencia del gasto gubernamental.
CREACIÓN DE EMPLEO El gobierno de Argentina también buscará delinear medidas para combatir el desempleo, además de formalizar el mercado laboral del país. En palabras del presidente, apuntará a que el país logre "más y mejor creación de empleo".
CALIDAD DE LAS INSTITUCIONES Macri también apuntó a la necesidad de ser "intolerantes con la corrupción". En este sentido, su gobierno buscará una reforma al sistema judicial y otra al financiamiento de las campañas políticas, como también medidas para aumentar la transparencia en el sistema público.
Fiscal general ligada al kirchnerismo renuncia a su cargo
La fiscal general de Argentina, Alejandra Gils Carbó, anunció ayer que dejará su cargo a partir de diciembre, asegurando estar convencida de que su permanencia en la institución "redunda en decisiones que afectarán de manera sustancial la autonomía del ministerio público fiscal".
La autoridad, cercana al kirchnerismo, se encuentra procesada como coautora del delito de administración fraudulenta, por la compra de un edificio institucional cuyo pago está cuestionado.
Gils Carbó había sido presionada por el gobierno de Mauricio Macri para que dejara el cargo, pero la Casa Rosada había rehusado despedirla por decreto. La semana pasada, un tribunal había negado una solicitud que apuntaba a que los fiscales generales sólo podían dejar su puesto a partir de un juicio político.
En su carta de renuncia, la abogada manifestó que dejará su cargo "con la esperanza" de que no se lleven a cabo "reformas" que "rompan el equilibrio que debe regir el sistema de administración de Justicia". La renuncia de Gils Carbó se hará efectiva a partir del 31 de diciembre.