Por unanimidad, los miembros del Banco de Inglaterra (BoE, su sigla en inglés) decidieron ayer mantener intactas las tasas de interés, en su nivel histórico más bajo, y advirtieron que la economía británica podría enfriarse en 2017, cuando se haga sentir el efecto de la salida del país de la Unión Europea (UE).
La entidad, presidida por Mark Carney, dejó el tipo de referencia en 0,25% y mantuvo sin cambios sus dos programas de compras de activos. También señaló que las tasas podrían moverse “en cualquier dirección” dependiendo de la evolución del panorama económico de la nación.
Con ello, la política monetaria británica queda en un nivel intermedio entre el Banco Central Europeo (BCE) –que la semana pasada decidió extender su programa de compra de activos y mantener las tasas en nivel negativo– y la de la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed), que esta semana subió los intereses en un cuarto de punto. El tipo actual se ha mantenido desde agosto cuando la entidad lo redujo tras el referendo por el Brexit.
El Comité de Política Monetaria del BoE también advirtió que el gasto de los consumidores podría disminuir a futuro, de la mano de la inversión, y que la apreciación en la libra podría traer una desaceleración en el ritmo de la inflación, por lo que la meta del 2% podría tardar más en concretarse.
Al respecto, el jefe de la oficina de inversiones de UBS, Geoffrey Yu, dijo a Bloomberg que “Carney mirará más allá. Necesita asegurarse de que la demanda no caiga en un barranco debido a la incertidumbre que rodea al proceso del Brexit”.
Ventas minoristas
La Oficina Nacional de Estadísticas reportó ayer un aumento inesperado en las ventas del comercio minorista en noviembre. Pese a que los analistas consultados por Bloomberg esperaban que no hubiera variación en comparación con octubre, el volumen creció 0,2%. En comparación con el mismo mes de 2015, las transacciones aumentaron 6,6%.
Las cifras, que incluyen el salto en el consumo durante el Black Friday, sugieren que la confianza de los consumidores se mantiene alta, pese a la incertidumbre que generan las negociaciones de salida de la UE.
