La Comisión de Constitución y Justicia del senado brasileño someterá hoy a votación la reforma laboral presentada por el gobierno de Michel Temer, una instancia que servirá para medir el apoyo que el mandatario, denunciado esta semana por corrupción, mantiene en la cámara alta.
Se trata de uno de los proyectos insignes del Palacio de Planalto, que la considera vital para reimpulsar el crecimiento económico del país. No obstante, dados los cuestionamientos a la figura de Temer, algunos de sus aliados podrían rebelarse.
Ayer, el fiscal general Rodrigo Janot presentó oficialmente una denuncia por corrupción pasiva en contra del mandatario, convirtiéndolo en el primer presidente en ejercicio en encontrarse en esa situación. Temer negó haber cometido algún crimen y cuestionó duramente las motivaciones de la autoridad.
El gobierno busca dar fuerza de ley a acuerdos colectivos, acabar con la contribución sindical obligatoria, facilitar el trabajo a tiempo parcial y crear una jornada intermitente, que se pague por hora.
La sesión de hoy podría extenderse hasta altas horas de la noche. De aprobarse el texto, pasaría al plenario de la cámara alta la próxima semana. Pero ello no está asegurado, pues el oficialismo está dividido frente a las disposiciones del proyecto, con el propio líder del partido de Temer, Renan Calheiros, oponiéndose a la propuesta.