El Tribunal Supremo de Estados Unidos paró en seco el plan del presidente Barack Obama que busca luchar contra el cambio climático.El organismo ordenó que no siga adelante hasta que se pronuncie la justicia.
Obama aprobó el año pasado, a través de un decreto presidencial, una batería de medidas para reducir las emisiones contaminantes.
El dictamen del Supremo concede una triunfo temporal a los 27 Estados, liderados por Texas, y a varias empresas y organismos que denunciaron la reforma de Obama.
El Plan de Energía Limpia de la Casa Blanca obliga a los gobiernos estatales a abandonar las energías fósiles por las renovables. El objetivo es reducir las emisiones de carbono un 32% a 2030 en comparación con los niveles anotados durante 2005. El plan diseñado por el gobierno de Obama establece plazos para el cierre de las plantas energéticas de los estados, de manera que puedan garantizar una transición hacia las energías fósiles sin un impacto económico negativo. Sin embargo, los estados demandantes han argumentado que esta determinación depende exclusivamente de la autoridad de cada uno de los estados y no del gobierno federal.