Triunfo de Lula en tribunales: su caso será visto por el Supremo y no por el juez Moro

El ex presidente brasileño Luiz Inácio lula da Silva se anotó un triunfo judicial: el ministro Teori Zavascki, del Supremo Tribunal Federal (STF), determinó que las investigaciones de la Operación Lava Jato que involucran a Lula y las conversaciones telefónicas interceptadas por la Policía Federal queden en manos del STF, en lugar del juez federal Sérgio Moro, quien encabeza el caso de corrupción de Petrobras desde Curitiba. Este era uno de los mayores objetivos de la defensa de Lula, que temía que Moro decretara la detención del fallido ministro de Casa Civil.

Pero no todo fueron buenas noticias. La Procuraduría General de la República dio un paso más para investigar a la mandataria Dilma Rousseff, al vicepresidente Michel Temer, al ex presidente Lula, al senador, al ex candidato presidencial del PSDB Aécio Neves y a otros políticos citados en la declaración contenida en la delación compensada del ex líder del gobierno en el Senado, Delcídio do Amaral.

La semana pasada, la Procuraduría encaminó 20 peticiones al STF, un instrumento que antecede el pedido de apertura de una investigación. A partir de esto, el ministro relator de la Operación en la Corte Suprema, el ministro Zavascki, decidirá si permite las investigaciones a las autoridades con fuero privilegiado.

Nombres de políticos

La Justicia Federal de Paraná liberó ayer 200 nombres de políticos que habrían recibido pagos de la empresa de ingeniería Odebrecht, una de las principales compañías involucradas en esquema de corrupción en torno a Petrobras.

Los nombres fueron obtenidos por la Policía Federal en la 23ª fase de la Operación Lava Jato, lanzada el 22 de febrero, e involucran a políticos que fueron candidatos en las últimas elecciones.

Las planillas estaban en poder de Benedicto Barbosa Silva Júnior, presidente de Odebrecht Infraestrutura, que se encuentra detenido.

Al recuperar su libertad, la ex funcionaria de Odebrecht, Maria Lucia Tavares, ayudó a la identificación de los políticos. Entre ellos está el ex candidato presidencial del PSDB, Aécio Neves, y el presidente de la Cámara de Diputados, Eduardo Cunha (PMDB), quien lidera el proceso de impugnación de la presidenta Dilma Rousseff.

Pero algunos de los congresistas citados ya han respondido que los traspasos son legales y que fueron informados a la Justicia Electoral. “Hay que tener mucha serenidad para diferenciar la paja del trigo”, dijo Neves.

Durante la jornada, el juez Moro decretó el secreto de los autos que contienen los nombres de los políticos. Asimismo, pidió que el Ministerio Público Federal se manifieste “con urgencia” sobre el envío del documento al Supremo Tribunal Federal para agilizar la investigación de “las autoridades con fuero privilegiado”.

Ayer la prensa local publicó que el presidente de Odebrecht, Marcelo Odebrecht, estaba negociando una delación compensada, al igual que otros funcionarios de la empresa, pero esto fue negado por el Ministerio Público Federal.

Léo Pinheiro, ex presidente de OAS, otra de las compañías involucradas, también buscaría negociar un acuerdo de delación compensada, publicó O Globo.

“Hora de irse”

El semanario británico The Economist publicó ayer una dura editorial que tituló “Es hora de irse”, donde pide la salida de la presidenta Rousseff por su responsabilidad en la crisis desatada en Brasil por el caso Petrobras.

El artículo afirma que la mandataria “preside una economía que sufre su peor recesión desde la década de 1930, en gran parte debido a los errores que hizo durante su primer mandato”.

Más fe en su gestión manifestaron ayer el presidente estadounidense Barack Obama y su par argentino Mauricio Macri. “Su democracia está suficientemente madura y su sistema legal y sus estructuras son lo suficientemente fuertes” para afrontar la situación, afirmó Obama, de visita en Buenos Aires.

“Brasil va a salir fortalecido de esta crisis”, expresó Macri.

 Tasa de desempleo en Brasil se sitúa en 8,2% en febrero y alcanza su máximo desde 2009

El índice de desempleo en las principales ciudades de Brasil volvió a subir en febrero para ubicarse en 8,2%, su peor resultado desde mayo de 2009, mientras que los salarios siguieron bajando con fuerza a medida que la economía más grande de Latinoamérica profundiza su recesión.

Según precisó ayer el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE), la principal ciudad golpeada por la degradación del mercado laboral, entre enero y febrero, fue Sao Paulo, capital industrial y financiera del país, donde pasó de 8,1% a 9,3%.

El índice se mantuvo estable en su evolución mensual en las otras cinco regiones metropolitanas que sirven de base al informe (Recife, Salvador, Belo Horizonte, Río de Janeiro y Porto Alegre), reveló el estudio.

En total, para febrero había 2 millones de personas sin empleo en las seis regiones, 136 mil más que en enero, indicó el IBGE. Respecto a febrero de 2015, la cifra se situó en 565.000 desocupados que significa un incremento de 39%.

Los sectores más afectados por el crecimiento del desempleo en los dos primeros meses de este año son los de las industrias de extracción, de transformación y de distribución de electricidad, gas y agua, con plantillas que se redujeron un 4,2%.

Inflación a un dígito

Pero no todo son cifras rojas. La inflación del país sudamericano registró una mayor desaceleración de lo que los analistas habían previsto en los doce meses hasta mediados de marzo.

La inflación anual, medida por el índice IPCA-15, se redujo por primera vez en 16 meses de 10,84% a 9,95%, según la agencia nacional de estadísticas, y se ubicó por debajo de lo estimado por los economistas encuestados por Bloomberg, cuya media de previsión fue de 10,08%.

De esta manera, y tal como había anticipado el comité de política monetaria del banco central de Brasil, el índice de inflación regresó a un solo dígito.

Por su parte, los precios al consumidor aumentaron 0,43% en el mes hasta mediados de marzo, desde 1,42% el mes anterior.

Brasil está sumido en una profunda recesión económica, con una contracción de su PIB de 3,8% en 2015, su peor resultado en 25 años. Para 2016, el gobierno prevé una nueva contracción, de 3,05%, en tanto que el mercado pronostica que llegará a 3,6%. Analistas estiman que ésta podría ser la peor recesión en el país desde 1901.