El primer ministro griego Alexis Tsipras envió señales mixtas ayer sobre cómo quiere resolver la delicada situación que vive su país. La autoridad llamó a los ciudadanos a votar “no” en el referendo del domingo, a pesar de que unas horas antes le había asegurado a los acreedores internacionales que estaba dispuesto a aceptar la última propuesta de reformas si es que algunas condiciones eran modificadas.
En un discurso televisado y transmitido a todo el país, el líder de Syriza urgió a sus ciudadanos que respaldaran la opción no, que se traduce en rechazar el plan de ayuda a cambio de nuevas reformas.
Tsipras acotó que el no, no significa una ruptura con Europa, sino una fuerte presión para un acuerdo económicamente factible.
“Los llamo para decir no a las recetas del rescate y para decir sí a una posibilidad de una solución viable”, consignó Reuters.
A través de su cuenta de Twitter, el premier aseveró que “el lunes, el gobierno griego estará en la mesa negociadora después del referendo con mejores términos para el pueblo griego”.
El mensaje del gobierno de izquierda parece estar llegando a los votantes, ya que una encuesta realizada entre el 28 y el 30 de junio y publicada ayer en el periódico Efimerida ton Syntakton reveló que la mayoría se opondría a más medidas de austeridad. Un 54% de los que planean sufragar el domingo votaría por el no, frente a 33% que estaría a favor del programa.
Sin embargo, el desglose de los resultados entre los sondeados antes y después de la decisión del domingo de cerrar los bancos y de imponer controles de capital mostró una reducción de la brecha.
Entre las personas consultadas antes del anuncio, 57% afirmó que votaría no contra un 30% que apoyaría el sí. Entre los que fueron encuestados después, un 46% respaldaba el no y un 37% votaría sí.
Carta a sus acreedores
El mensaje desafiante del primer ministro contrastó fuertemente con el tono conciliatorio que manifestó en una carta enviada el martes en la noche al Fondo Monetario Internacional, al Banco Central Europeo y a la Comisión Europea.
En la misiva, Tsipras se mostró dispuesto a aceptar la mayoría de las condiciones del plan ofrecido durante el fin de semana, con la excepción de las demandas sobre las pensiones y los impuestos en las islas griegas, a cambio de un préstamo de 29 mil millones de euros para cubrir todas sus obligaciones en los próximos dos años.
Diversos funcionarios involucrados en las conversaciones advirtieron a Financial Times que las demandas helenas “no eran un puñado de cambios menores”, que tendrían un “impacto fiscal significativo” y que podrían no ser aceptables para las instituciones.
Además, las instituciones acreedoras aún ven el plebiscito como una potencial barrera para un pacto, según un funcionario de la Unión Europea citado por Bloomberg. Otros funcionarios han declarado que Tsipras necesita hacer un llamado por el sí o cancelar el referendo para recuperar la confianza de sus socios continentales.
Holger Schmieding, analista de Berenberg Bank, cree que un acuerdo aún es posible, pero advirtió que éste “requeriría más que sólo esta carta” por parte de Tsipras.
Acuerdo post referendo
Diversas autoridades europeas señalaron ayer que cualquier nueva negociación entre Atenas y Bruselas no se realizaría hasta después del plebiscito del domingo.
Luego de discutir la solicitud de un nuevo préstamo en una llamada conferencia realizada ayer, el Eurogrupo decidió postergar cualquier conversación al respecto hasta que se tenga el resultado de la consulta popular.
La canciller alemana, Angela Merkel, advirtió en una sesión del Bundestag que “no puede haber negociaciones para un nuevo programa de crédito antes del referendo” y que “un buen europeo no es una persona que acepta un compromiso a cualquier precio”.
En todo caso, la líder conservadora expresó que “la puerta para las discusiones con el gobierno griego estaba siempre abierta y se mantiene abierta. Se lo debemos a la gente y se lo debemos a Europa”.
Wolfgang Schäuble, ministro de Finanzas germano, descartó un acercamiento entre las posiciones al declarar que la iniciativa “no era una base” para tener negociaciones serias.
Por su parte, Valdis Dombrovskis, vicepresidente de la Comisión Europea a cargo de los temas de la zona euro, alertó que, a pesar de que las concesiones podrían incluirse en un nuevo programa, la economía de Grecia se ha deteriorado significativamente en la última semana, lo que significa que las metas del rescate podrían ser modificadas.
“Previamente, estábamos discutiendo una extensión de cinco, seis o nueve meses del anterior programa. Ahora estamos discutiendo una solicitud de un programa de dos años en una situación económica diferente”, citó FT.
“Ciertamente ésta es una situación más complicada de resolver que si hubiésemos alcanzado un acuerdo sobre el programa previo”, añadió.
En una muestra de las divergentes posturas que existen dentro del bloque, François Hollande, presidente de Francia, hizo un llamado a lograr una solución antes del domingo.
Un compromiso “debe ser encontrado antes del referendo, no tendría mucho sentido después”, aseguró. “No puede ser postergado. Hemos estado hablando sobre este acuerdo por mucho tiempo. Necesita materializarse”, agregó.
BCE mantiene límite de fondos para bancos
Entidad optó por no elevar los descuentos sobre colaterales.
El Banco Central Europeo decidió dejar sin cambios la línea de emergencia de préstamos con la que el sector bancario griego se mantiene a flote. El consejo gobernador de la institución, compuesto por los jefes de los bancos centrales de la zona euro y la junta del BCE liderada por Mario Draghi, optó por mantener el límite de la llamada asistencia de liquidez de emergencia (ELA, su sigla en inglés) en cerca de 89 mil millones de euros. Esta restricción fue la que provocó la imposición de controles de capital en la nación. Los miembros no tomaron una decisión sobre si imponer descuentos más duros sobre los bonos gubernamentales y la deuda bancaria respaldada por el gobierno que los principales prestamistas están usando como colaterales.
Antes de que se conociera la decisión, algunos analistas especularon con que la autoridad monetaria podría implementar mayores descuentos luego de que el país no terminara su segundo programa de rescate y no pagara el préstamo por 1.500 millones de euros al FMI. Según el periódico británico The Guardian, la determinación del BCE ha dejado a las firmas griegas en el limbo, ya que ellas no pueden volver a operar hasta que el límite sea elevado, cosa que no sucedería antes del domingo. Raoul Ruparel, codirector del centro de estudios Open Europe, afirmó en Twitter que "mantener el límite de la ELA hace una diferencia práctica mínima ahora. Los bancos griegos sólo pueden reabrir completamente una vez que se haya subido (el límite) para contrarrestar los flujos de salida de los depósitos". En entrevista con el canal ERT TV, el ministro de Finanzas griego, Yanis Varoufakis, afirmó que el BCE no aumentó los haircuts sobre los colaterales de la ELA gracias a la oposición de Draghi y de Yannis Stournaras, el gobernador del Banco de Grecia. Varoufakis adelantó que los controles de capital serán eliminados "inmediatamente" apenas haya un acuerdo con los acreedores y, al ser consultado sobre si los cajeros automáticos tendrían efectivo el lunes, contestó con un categórico "absolutamente".
CAMPAÑA DE CROWDFUNDING PARA PAGAR DEUDA DE GRECIA SUMA 1 MILLÓN DE EUROS
Una campaña de financiamiento colectivo a través de Internet para recaudar los 1.600 millones de euros que Grecia debe al FMI ha reunido ya casi 1 millón de euros. En los últimos tres días, más de 53.000 personas han contribuido con un total hasta ahora de 911.815 euros a la campaña, que inició el inglés Thom Feeney, trabajador de una tienda de zapatos en el centro de Londres, en la página web Indiegogo. La iniciativa se mantendrá abierta durante una semana, y la página web sólo retirará el dinero de las cuentas de los donantes si se alcanza la cifra de 1.600 millones de euros. Feeney ofrece diversas recompensas por colaborar con su propuesta: a quienes comprometan tres euros, les enviará una postal con la imagen del primer ministro griego, Alexis Tsipras, mientras que quienes inviertan seis euros recibirán una ensalada griega con queso feta. Por 25 euros, una cantidad que ya han ofrecido 2.747 personas, el joven enviará una botella de vino griego, y por 5.000 euros organizará una semana de vacaciones en Atenas para dos personas, una opción por la que ya han apostado cinco donantes.
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