A la escasez de alimentos y medicinas que vive Venezuela podría sumarse la desconexión del resto del planeta. Algunas de las principales empresas de telecomunicaciones, como Telefónica y Corp. Digitel, han suspendido los servicios de roaming y las llamadas internacionales desde el país, mientras que los precios del servicio de Internet se han disparado, y la falta de infraestructura y el deterioro de los equipos afectan la calidad del servicio.
“Hay operadores que simplemente dejan de ofrecer servicios porque no pueden acceder a dólares y la inflación es tan grave que no saben qué precio cobrar”, dijo la consultora senior de Counterpoint Technology en Buenos Aires, Tina Lu a Bloomberg. “La triste realidad es que, si el servicio está disponible, los precios escapan a las posibilidades de cualquier salario promedio”.
Frente a los problemas de conectividad, el gobierno de Nicolás Maduro bloqueó los aumentos de precios. Esta semana, el mandatario señaló que “si no pueden (prestar el servicio), deberían venderse a nosotros. Nosotros sabremos cómo administrarlas bien”.
Servicios basados en Internet, como WhatsApp, son en muchos casos la única vía de comunicación entre las familias venezolanas y quienes han salido del país.
“Venezuela podría enfrentar períodos de fuertes restricciones en su acceso a Internet, y la imposibilidad de acceder a contenido almacenado externamente”, dijo el director de Latinoamérica y el Caribe de 5G, José Otero. “Si no hay internet, no hay comunicación. Eso crea potencial para una censura increíble”.
Referendo revocatorio
En tanto, la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), opositora al gobierno de Maduro, solicitó ayer formalmente al Consejo Nacional Electoral que determine una fecha para la recolección de firmas del 20% del electorado –unos 4 millones de personas– en torno a la celebración de un referendo revocatorio que buscaría terminar con el mandato presidencial y convocar a nuevos comicios.
La oposición espera que la nueva recolección de rúbricas comience a partir de septiembre.