desde Beijing
El sonido de un timbre fue el preludio. Segundos antes de las 9 de la mañana de ayer, el presidente chino Xi Jinping hizo ingreso al salón principal del Gran Palacio del Pueblo de Beijing, un gigantesco edificio de 170 mil metros cuadrados, con más de 300 salas de reuniones y oficinas, que se utiliza como sede legislativa y para ceremonias del Partido Comunista de China (PCC).
Tras unos breves minutos en que saludó a sus más estrechos colaboradores, el mandatario inició un extenso discurso que duró casi tres horas y media con el cual dio por abierto el XIX Congreso del PCC. Ante casi 2.300 delegados, entre los que destacaban los expresidentes Jiang Zemin y Hu Jintao, Xi marcó los objetivos del partido para los próximos cinco años.
“¡Camaradas! en nombre del XVIII Comité Central me dispongo a presentar el siguiente informe ante el Congreso”, dijo Xi, antes de delinear su visión para el país: a 2050, China se convertirá en un “país socialista moderno”, un “líder global”, con empresas innovadoras, medio ambiente limpio y una gran clase media, afirmó.
“A través de un largo período de trabajo duro, el socialismo con características chinas ha entrado en una nueva era”, declaró el mandatario. Sentado en medio de sus predecesores, elogió su primer gobierno por haber “solucionado muchas problemas difíciles que estaban en la agenda durante mucho tiempo, pero que nunca fueron resueltos”.
Apertura económica
Frente a un “período importante de oportunidad estratégica para el desarrollo”, Xi prometió abrir el país a la inversión extranjera –el lema que las autoridades llevan repitiendo sin pasos concretos durante meses-, “mejorar el marco regulatorio” financiero y “asegurar que el tipo de cambio se base más en el mercado”.
“La puerta abierta de China no se cerrará, se abrirá todavía más”, aseguró el presidente, agregando que el gobierno “apoyará el desarrollo de las empresas privadas”. Pero también prometió fortalecer a los gigantes estatales, “cultivando compañías globalmente competitivas de clase mundial”.
En un golpe indirecto a su par estadounidense Donald Trump, Xi dijo que el país seguirá promoviendo el comercio global y combatiendo el cambio climático. “Ningún país puede abordar por sí solo los desafíos que enfrenta la humanidad, ningún país puede permitirse el lujo de retirarse al auto aislamiento”, sentenció.
Enfoque en el partido
Pero la apertura en el área económica contrasta con el compromiso de Xi de fortalecer el liderazgo del Partido Comunista en la esfera política. “No tenemos que mecánicamente copiar los sistemas políticos de otros países. Tenemos que defender firmemente y mejorar el liderazgo del partido y hacer que el partido sea todavía más fuerte”, aseveró.
Con la voz quebrada por su largo discurso, que lo obligó a beber agua y carraspear varias veces, el presidente reconoció que la corrupción es la “amenaza más grave” que enfrenta el partido, y elogió la campaña contra la corrupción lanzada desde que tomó el poder en 2012, en la que han sido castigados más de 1 millón de funcionarios, así como 200 altos cargos locales. Xi prometió mantener el “impulso imparable” de esta ofensiva.
El líder pretende mantener una mano dura tanto en temas internos como geopolíticos. Justamente, una de sus intervenciones más ovacionadas tuvo lugar cuando dejó claro que Beijing nunca permitirá la independencia formal de Taiwán, la isla que permanece separada “de facto” del régimen chino desde el final de la guerra civil en 1949, pero que es reconocida por una veintena de países. “No toleraremos que ningún individuo, organización o partido político, en ningún momento y de ningún modo, divida una sola parte del territorio chino”, dijo, tras lo cual los miles de asistentes aplaudieron de forma efusiva. Xi anunció además que el país modernizará completamente su Ejército a 2050.
Luego de la alocución de Xi se dio por terminada la primera jornada del Congreso. Los miles de invitados comenzaron a salir del edificio. Y cómo no, los cientos de autos y buses que llevaron a los delegados, invitados y prensa acreditada provocaron un taco de proporciones que se extendió por largos minutos. La policía intentó poner orden, pero la situación se tornó caótica.
Falta de compromiso con reformas
El cierre del discurso dio paso también a los análisis. El énfasis que dio Xi al rol central del Partido Comunista y su compromiso con el el “socialismo con características chinas” decepcionó a los analistas, que interpretaron que el enfoque en el área política significa una falta de compromiso del gobierno con las reformas estructurales que permitan resolver la creciente deuda corporativa y tratar el ineficiente sector empresarial estatal.
“Xi está ahora abiertamente confiado en que China tiene su propio modelo del desarrollo, que no es capitalista y no estará vinculado con democratización. El partido dirigirá las reformas económicas y la economía”, dijo a Bloomberg Steve Tsang, director de SOAS China Insitute de la Universidad de Londres.
Por su parte, la Cámara de Comercio de la Unión Europea elogió el compromiso de abrir el país, pero agregó que las empresas europeas siguen sufriendo de “fatiga de las promesas”. “La única cura para eso es implementar las promesas”, sentenció.
Máxima seguridad
La jornada partió temprano. Poco antes de las 6.00 am hora local comenzó a llegar la prensa acreditada. Más de 2 mil periodistas tuvieron que hacer una larga fila bajo una persistente lluvia antes de ingresar al palacio.
La seguridad fue extrema. La Plaza de Tiananmen estuvo cerrada para los turistas. Cientos de policías y militares fueron apostados para garantizar la seguridad. Nada se dejó al azar.
A la entrada principal del Palacio del Pueblo se instalaron diez puntos de control, cada uno con escáner y detectores de metales. Los celulares y billeteras fueron revisados celosamente. Los delegados hicieron su ingreso al salón tras recorrer una extensa alfombra roja. Muchos vestidos con ropas típicas de las provincias que representan. La mayoría de traje y corbata y otros de uniforme militar.
Ya en el auditorio con capacidad para 10 mil personas, guardias de civil ubicados cada 5 metros custodiaban cada uno de los pasos de los invitados a la cita y la labor de la prensa. Todo bajo un estricto protocolo.
Principales puntos del discurso del mandatario
VISIÓN PAÍS Un país socialista moderno y líder mundial.
APERTURA INTERNACIONAL Dejará la puerta "todavía más abierta" para las inversiones internacionales.
REFORMAS ESTRUCTURALES Mejorará el marco regulatorio financiero, asegurará que el tipo de cambio se base más en el mercado y apoyará el desarrollo de las empresas privadas.
COMERCIO Y CAMBIO CLIMÁTICO Seguirá promoviendo ambos temas, dijo que ningún país puede darse el lujo de autoaislarse.
PARTIDO COMUNISTA Defenderá y mejorará el liderazgo del partido y lo hará todavía más fuerte.
CORRUPCIÓN Seguirá con el "impulso imparable" de la campaña anticorrupción que marcó su primer gobierno.
ROL INTERNACIONAL Aspira a ser líder global en términos de fuerza nacional e influencia internacional. TAIWÁN Dijo que nunca permitirá su independencia.
EJÉRCITO Prometió una modernización completa a 2050.
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