Un avión de la aerolínea turca Turkish Airlines, con 134
pasajeros a bordo, se estrelló en las cercanías del aeropuerto internacional de
Schiphol en Amsterdam. Las autoridades del aeropuerto informaron que hubo nueve víctimas fatales, además de 50 heridos, tras versiones contradictorias respecto a la cantidad de víctimas.
Imágenes de televisión mostraban al avión, un Boeing 737-800, fracturado en tres partes luego de estrellarse sobre el césped cerca de la pista de aterrizaje.
En declaraciones recogidas por los medios turcos, el
ministro de Transportes de ese país, Binali Yildirim, informó que 80 pasajeros han
sido evacuados del aparato y subrayó que las causas del siniestro se
determinarán tras completarse la investigación.
No obstante, indicó que "el aparato siniestro fue
sometido a labores de mantenimiento por parte de las autoridades de la aviación
civil el 22 de diciembre de 2008".
Temel Kotil, portavoz de Turkish Airlines, confirmó en una
conferencia de prensa en Estambul, sede de la compañía, que todos los pasajeros
y la tripulación sobrevivieron al accidente.
El presidente de la aerolínea, Candan Karlitekin, también
confirmó que no ha habido víctimas mortales en el siniestro, según informan los
medios turcos. Asimismo, revisó a la baja la cifra de personas que viajaban a
bordo, aclarando que se trataba de 127 pasajeros y siete tripulantes, y no de
135 pasajeros como se había informado previamente.