El Banco de Japón (BOJ) decidió hoy inyectar más dinero al sistema financiero,
a un bajísimo interés de 0,1%, tras las presiones del Gobierno nipón para que
tomase medidas concretas contra la deflación y un yen en alza.
En una reunión extraordinaria, el BOJ tomó una medida de emergencia poco
habitual: proveer US$ 116.329 millones a los bancos comerciales para favorecer
la concesión de créditos y aumentar el consumo e inversiones de capital como
medio de frenar el problema de la deflación.
La medida se prolongará tres meses, en los que los bancos tendrán acceso a ese
instrumento de flexibilización monetaria que aceptará como garantía papel
comercial, bonos del Gobierno y otras obligaciones.
El primer ministro japonés, Yukio Hatoyama, dijo hoy que el Ejecutivo baraja
adoptar nuevas medidas de alcance general para revitalizar la economía.
El Gobierno nipón ha presionado al Banco de Japón en las últimas semanas para
que, además de mantener los tipos casi a cero, haga más para contrarrestar la
caída de los precios y la reciente apreciación del yen frente al dólar a su
nivel más alto en catorce años.