Los 18 bancos sometidos este año a la prueba de esfuerzo de la Reserva Federal no cumplieron con al menos una de las cinco áreas que el banco central estadounidense considera fundamentales para el manejo de riesgo y la planificación de capital.
Si bien muchas instituciones bancarias han mejorado sus técnicas de planificación de capital y han elevado sus niveles de dinero, “todavía hay espacio considerable para lograr avances a través de una serie de dimensiones”, decía el informe de 41 páginas que describe las debilidades y los éxitos de los recientes test de estrés y que fue publicado ayer.
El estudio reveló que, después de cuatro de estas pruebas, algunos de los mayores bancos todavía carecen de sistemas y políticas globales para diseñar, probar, reportar y planificar para calamidades económicas.
La Fed aprobó los planes de capital de catorce firmas, pero el análisis concluyó que todas las casas matrices bancarias que participaron de la prueba “enfrentaban desafíos en una o más de estas áreas”.
La Reserva Federal comenzó a aplicar estos exámenes de estrés a los grandes bancos estadounidenses en 2009, un año después del colapso del sistema financiero tras la caída de Lehman Brothers. El objetivo de las pruebas es determinar si es que las compañías mantienen niveles adecuados de capital en el caso de que tengan que enfrentar hipotéticamente un shock del mercado.
Los funcionarios del organismo emisor detallaron que la próxima serie de pruebas de esfuerzo se iniciará en el otoño boreal. A las 18 firmas que participaron este año en los dos tipos de exámenes implementados, se añadirán doce nuevos bancos con más de US$ 50 mil millones en activos.