El Banco Central Europeo (BCE) va a ser la primera de las principales entidades monetarias del mundo en subir la tasa de interés desde el inicio de la crisis financiera, un movimiento que ha sido considerado prematuro por algunos expertos.
Los mercados confían que el BCE incrementará mañana su tasa rectora, actualmente en el 1%, de forma moderada en 25 puntos básicos para hacer frente a las presiones inflacionistas.
La subida del precio del dinero encarecerá y dificultará la concesión de créditos para los hogares y las empresas en la zona del euro.
La magnitud del impacto dependerá de si se trata de un único movimiento, en cuyo caso no será dramático, o le siguen más incrementos este año.
Los datos conocidos en las últimas semanas no han hecho más que reforzar la posibilidad de una subida de los tipos de interés que el BCE anunció a comienzos de marzo.
La tasa de inflación interanual de los países de la zona euro subió dos décimas en marzo, hasta el 2,6%, el nivel más alto desde octubre de 2008.
La inflación de la zona euro ha superado por cuarto mes consecutivo el objetivo del BCE, que es una tasa cercana pero inferior al 2% a medio plazo.
Los precios tienen más peso para el BCE que la dificultades que atraviesan los países periféricos de la zona del euro, el elevado desempleo, los riesgos para la estabilidad financiera y coyuntural por el terremoto de Japón y los conflictos en el norte de África y Oriente Medio, así como la dependencia que algunos bancos que tienen de su liquidez.
Los bancos irlandeses necesitan un capital adicional de 24.000 millones de euros y Portugal ha llegado a pagar un interés superior al 5% para colocar deuda a seis y doce meses.
La intención de subir los tipos de interés ha sido muy criticada en muchos países pero apoyada por los economistas en Alemania, cuya economía marcha mucho mejor que la de otras naciones y presenta el mayor peligro de inflación.
El economista jefe de Commerzbank, Jörg Kraemer, considera que la economía del área euro no va tan mal como para necesitar unos tipos de interés del 1%, nivel en que se encuentran desde mayo de 2009.
Si los tipos de interés permanecen tan bajos durante mucho tiempo, los hogares, las empresas y los gobiernos ajustan sus necesidades de financiación a las expectativas de dinero muy barato permanente.
Además se pueden crear nuevas burbujas en algunos mercados financieros.
El BCE ha prestado desde la quiebra de Lehman Brothers, en septiembre de 2008, a los bancos de la zona del euro toda la liquidez que necesitan y lo seguirá haciendo, al menos, hasta julio pese a la subida de la tasa de interés.
Con la subida del BCE aumenta el diferencial entre los tipos de interés de la zona del euro y de EEUU, donde están entre el 0% y el 0,25%, lo que hace más atractivas las inversiones denominadas en euros y ha contribuido a la apreciación de la moneda única las últimas semanas.
Desde que el presidente del BCE, Jean-Claude Trichet, anunció a principios de marzo la intención de subir los tipos de interés, el euro se ha apreciado un 3,5%.
El BCE bajó los tipos de interés en 3,25 puntos porcentuales entre comienzos de octubre de 2008 y mayo de 2009 para estimular el crecimiento económico de la zona euro, que ha sufrido la peor recesión desde la II Guerra Mundial.