Por M.I. Alvear/J. Troncoso
Los ingresos tributarios como proporción del Producto Interno Bruto (PIB) en Chile sufrieron una caída de 0,4 punto porcentual a 20,8% en 2012, la segunda mayor de la región después de Uruguay, aunque se mantiene por sobre el promedio de Latinoamérica, arrojó el informe de Estadísticas Tributarias en América Latina 1990-2012, elaborado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) y el Centro Interamericano de Administraciones Tributarias (CIAT). Sin embargo, se mantuvo por sobre los niveles de 1990, cuando la tasa era de 17%.
El país se ubica actualmente en el sexto lugar en ingresos tributarios entre 18 naciones, siendo superado por Argentina, Bolivia, Brasil, Ecuador y Costa Rica.
El reporte señala que a nivel regional la tasa promedio de ingresos tributarios se incrementó de 18,9% en 2009 a 20,7% en 2012, luego de haber caído desde un máximo de 19,5% en 2008. Además, la tasa de impuestos creció significativamente en la región en las últimas dos décadas, desde 13,9% del PIB en 1990 a 20,7% en 2012 gracias a condiciones macroeconómicas favorables y a cambios en el diseño de los sistemas tributarios y del fortalecimiento de las administraciones tributarias. Sin embargo, esta tasa se encuentra aún muy por debajo del promedio de los países de la OCDE (34,6%), pero el informe acota que existe una amplia variación entre las proporciones más altas y más bajas de impuestos en relación con el PIB tanto en los países latinoamericanos como en los OCDE: en 2012, la proporción oscilaba desde un 48% de Dinamarca a 19,6% en México por lo que, advierte, “la interpretación de las diferencias aparentes entre las proporciones de impuestos en relación con el PIB de la OCDE y América Latina debe realizarse con cautela, dado que en estas regiones se incluyen economías de naturaleza muy dispar”.
En cuanto a las estructuras tributarias en comparación con la OCDE, el documento indica que los impuestos generales sobre el consumo (principalmente el IVA y los impuestos sobre las ventas) representaron 33,8% de los ingresos tributarios de los países latinoamericanos en 2011, frente al 20,3% de la OCDE, mientras que la importancia de los impuestos específicos sobre el consumo (como los impuestos selectivos o los impuestos sobre el comercio internacional) se redujeron a 17,7% (en la OCDE es de 10,7%).
Los impuestos sobre la renta y las utilidades representaron en Latinoamérica en 2011, en promedio, 25,4% de la recaudación (OCDE, 33,5%), mientras que los impuestos generales sobre los bienes y servicios representan una significativa parte de la recaudación tributaria total. En 2011, fue de 34% del total de los ingresos tributarios mientras la cifra correspondiente en la zona de la OCDE fue sólo del 20%.
Por su parte, las contribuciones a la seguridad social llegaron a 16,9% en 2011 frente al promedio OCDE de 26,2%. En la región, la proporción de los ingresos procedentes de esta categoría en el PIB aumentó entre 1990 y 2012, de 2,4% a 3,8%. No obstante, “este avance se ha visto contrarrestado en países que han instaurado o reformado sus regímenes de seguridad social” con “regímenes privados de capitalización individual, lo que explica los niveles bajos de la recaudación por contribuciones en este ítem”, afirma el reporte. En 2012, Chile registró contribuciones de 1,1% en relación al PIB.
Efecto de las materias primas
El informe también resalta que la mayor demanda mundial por materias primas ha provocado mayores ingresos fiscales asociados a este ítem. Los ingresos aumentaron de un promedio de 4,3% del PIB en la primera mitad de la década a 7,2% del PIB en 2008, pero luego cayeron en 2009 con el inicio de la crisis económica y financiera mundial y el posterior desempeño estuvo marcado por la volatilidad: se expandió en 2010 y 2011 y luego se estancó en 2012. En cuanto a los ingresos por minerales, éstos se frenaron, a pesar que los precios han estado elevados y la producción es estable. Esto fue consecuencia de los reducidos márgenes de beneficios por el aumento en los costos de producción y, en menor parte, la apreciación de los tipos de cambio.

Panorama fiscal se deterioró en la región en 2013
Los ingresos fiscales en Latinoamérica en 2013 aumentaron 0,7% del PIB con respecto a 2012, mostrando un deterioro a nivel de gobiernos centrales y las perspectivas se ven similares para 2014, según reportó el informe "Panorama fiscal de América Latina y el Caribe 2014" presentado en el marco del XXVI Seminario Regional de Política Fiscal publicado ayer por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).
En el caso de Chile, la baja en el precio mundial del cobre y el aumento en los costos de producción hicieron que los ingresos fiscales disminuyeran el año pasado. A septiembre, los ingresos tributarios subieron sólo 0,9% en términos reales, "reflejando la caída del 24,7% por concepto de la tributación de la minería privada", apuntó la investigación.
Además, el informe señaló que la deuda pública de América Latina se mantuvo cercana a 31% del PIB en promedio en 2013, con proporciones prácticamente iguales de deuda externa y doméstica, mientras que la región presentó un déficit de 2,4% con respecto al PIB.
Alicia Bárcena, secretaria ejecutiva de la Cepal, destacó que "la región se encuentra en una 'encrucijada', dada la desaceleración que está viviendo por la disminución de las exportaciones y el menor dinamismo del precio de los commodities".
Por otro lado, las reformas tributarias recientes en la región se han visto fortalecidas por el impuesto sobre la renta. En 2013, en comparación con 2012, se introdujeron menos reformas integradas y más medidas enfocadas en ajustes de la legislación existente en la región.
Respecto de los impuestos sobre la renta, en 2012 Chile aumentó a 20% el IRE (Impuesto a la renta empresarial) de forma permanente y rebajó las tasas marginales IRP.