El ataque de Donald Trump a la Reserva Federal subió a un siguiente nivel, lo que queda en evidencia con las voces que se abren espacio en la discusión, cuestionando duramente al Presidente de Estados Unidos.
“La historia ofrece una lección contundente: el caos surge cuando los líderes se apoderan de sus bancos centrales y los obligan a comprar deuda pública o a reducir las tasas de interés para contener el gasto en servicio de la deuda”, escribió este miércoles, en Financial Times, Janet Yellen, a quien le sobran credenciales para hacerse escuchar.
Fue presidenta del Consejo de Asesores Económicos de la Casa Blanca durante el primer mandato de Bill Clinton. En 2004 asumió como gobernadora de la Fed de San Francisco, tras ser nominada por George W. Bush. Con Barack Obama en la Casa Blanca, en 2010 ascendió a la vicepresidencia del banco central y, en 2014, alcanzó la presidencia. Concluido su primer mandato en 2018, no quiso ir por un segundo; en medio del asedio de la primera administración de Trump, optó por dejar la institución, siendo sucedida por el actual líder de la Fed, Jerome Powell. La economista volvió a escena en 2021, como secretaria del Tesoro de Joe Biden.
Por eso, su crítica resuena en el debate que suscita una intervención cada vez más agresiva de Trump en el organismo autónomo, lo que incluye el intento de destituir a Lisa Cook, quien se convirtió en la primera mujer afrodescendiente en llegar a la junta de gobernadores de la Reserva Federal, con la nominación de Biden.
“Ilegal” y “peligrosa”
“La afirmación del Presidente estadounidense Donald Trump de que ha ‘despedido’ a la gobernadora de la Reserva Federal, Lisa Cook, ‘con justa causa’ no solo es ilegal, sino profundamente peligrosa”, afirmó Yellen. “La ley es clara: los gobernadores de la Reserva Federal cumplen mandatos de 14 años precisamente para que no puedan ser destituidos por presidentes que desaprueban sus opiniones o buscan su lealtad. La destitución ‘con causa justificada’ se refiere a conducta indebida documentada. Las ‘acusaciones’ no son ‘causa justificada’”, argumentó.
La administración Trump se está basando en una denuncia criminal presentada por el director de la Agencia Federal de Financiamiento de la Vivienda, Bill Pulte, quien alegó que podría haber cometido fraude hipotecario al entregar información falsa para obtener mejores condiciones de crédito. “Si un funcionario de la Fed cometió fraude hipotecario, no debería estar en uno de los principales reguladores financieros de EEUU”, señaló este miércoles el actual secretario del Tesoro, Scott Bessent, reafirmando la postura de la Casa Blanca.
Pero Yellen tiene una mirada diferente. Sostuvo que el despido “representa un intento directo de politizar” al organismo emisor del dólar, pues con eso busca “intimidar a sus líderes y someter la política monetaria a la voluntad del Presidente”. De esta manera, Trump “amenaza con acabar con la independencia de la Reserva Federal y, con ello, con la credibilidad de la política monetaria estadounidense, tanto a nivel nacional como internacional”, afirmó.
Adicionalmente, defendió la labor “con integridad” cumplida hasta ahora por Cook, quien -a su juicio- “ha evaluado la evidencia y ha votado a favor de políticas diseñadas para lograr el doble mandato de la Fed: estabilidad de precios y máximo empleo”.
En ese marco, Yellen subrayó: “Que Trump invoque una causa en este caso es una ficción; es un pretexto para justificar una toma de poder autocrática”.
Lecciones históricas
La economista también comentó los episodios históricos que, según su análisis, demuestran que es mala idea la intervención del Ejecutivo en los entes emisores. “Alemania en la década de 1920, Hungría después de la Segunda Guerra Mundial. Lo mismo ocurrió con Argentina y Turquía, bastante recientemente: los nombres cambian, pero la historia es la misma”, explicó, añadiendo al listado la experiencia del propio EEUU durante la década del 40, que motivó al compromiso de independencia en 1951.
De esta manera, Yellen cerró una ácida columna señalando: “La independencia de la Reserva Federal no es una simple sutileza tecnocrática. Es la piedra angular de la estabilidad económica de EEUU y del liderazgo global. El intento de Trump de derribarla para beneficio propio es imprudente, corrosivo y profundamente antiestadounidense”.