A Michigan, estado bastión de la industria automotriz estadounidense, llegó Donald Trump a festejar los primeros 100 días de su segundo mandato. El hogar de General Motors, Ford y Stellantis se convirtió en el escenario perfecto para que el Presidente estadounidense no solo reforzara su compromiso con el ideario de America First, sino que también abordara las preocupaciones de los fabricantes y sindicatos del sector automotor, ante la pesada carga de aranceles de 25% a las importaciones tanto de autos y autopartes como de acero y aluminio.
“Todas quieren volver a Michigan, volver a fabricar autos. ¿Saben por qué? Por nuestra política fiscal y arancelaria. Vienen de todo el mundo. Vienen, abren plantas y nos hablan día y noche. Quieren venir aquí y lo hacen a un nivel nunca antes visto”, aseguró Trump en la apertura de un discurso que tuvo como hilo conductor la reivindicación del Michigan, un swing state relevante en toda elección, como centro neurálgico de la reconstrucción de la industria automotriz al que aspira el jefe de Estado.
“Tras décadas de políticos que destruyeron Detroit para construir Beijing, por fin tienen un defensor de los trabajadores en la Casa Blanca. Y en lugar de priorizar a China, priorizo a Michigan y a EEUU”, dijo Trump.
“Tras décadas de políticos que destruyeron Detroit para construir Beijing, por fin tienen un defensor de los trabajadores en la Casa Blanca. Y en lugar de priorizar a China, priorizo a Michigan y a Estados Unidos”, afirmó Trump.
Cambios para los autos y acuerdo con India
Sin embargo, durante la misma jornada, el Presidente estadounidense firmó dos órdenes ejecutivas en las que ajusta las tarifas sobre los autos y autopartes, cambios que la prensa estadounidense atribuye a presiones tanto de fabricantes del sector, como a sus sindicatos, justamente, parte de la audiencia a la que se dirigió en su mitin por los primeros 100 días.
Aunque no abordó este asunto en el evento, en las afuera de la Casa Blanca, antes de partir a Michigan, Trump anticipó que habría un “pequeño alivio” para la industria. “Solo queríamos ayudarlos (...) si no pueden conseguir piezas, no queríamos penalizarlos”, indicó.
Concretamente, la Casa Blanca concedió a los automóviles importados una moratoria en los aranceles que se aplican específicamente al aluminio y el acero, en un esfuerzo por evitar que se superpongan distintos gravámenes en esa industria.
En el otro dictamen, modificó el arancel de 25% sobre las autopartes importadas que entra en vigor el 3 de mayo, permitiendo que quienes ensamblen autos en territorio estadounidense soliciten una deducción de hasta 3,75% del valor de los vehículos. Dicho porcentaje disminuirá a 2,5% en un año y en el ejercicio siguiente se eliminará.
Ante las expectativas de este alivio tarifario, Wall Street logró cerrar la jornada de este martes en verde. El buen ánimo también estuvo favorecido por los avances bilaterales de algunas negociaciones comerciales. “Creo que llegaremos a un acuerdo con India”, dijo Trump desde Washington.
Sin embargo, es preciso señalar que desde el retorno de Trump al poder las plazas neoyorquinas anotan bajas generalizadas. De hecho, el S&P 500 registró su peor desempeño para los primeros 100 días de un Presidente desde Richard Nixon en 1973, según un reporte del Wall Street Journal.
Ataques a Powell
Entre las preocupaciones del mercado también figuran los constantes ataques del mandatario al líder de la política monetaria estadounidense, Jerome Powell, línea discursiva que también estuvo presente este martes en Michigan.
“La inflación básicamente ha bajado y las tasas de interés bajaron a pesar del hecho de que tengo una persona en la Reserva Federal que realmente no está haciendo un buen trabajo”, afirmó Trump, quien agregó que sabe mucho más que Powell sobre tasas de interés.
Con todo, en estos primeros 100 días el Presidente de EEUU también ha visto descender su popularidad. La aprobación de su labor exhibe una caída desde el 50,5% observado a fines de enero hasta el 45,1% actual, según el promedio de encuestas de Real Clear Politics. En tanto, la desaprobación avanzó de 44,3% a 52,4%.
Déficit récord del comercio en EEUU anticipa débil crecimiento en el primer trimestre
Por Bloomberg
El déficit comercial de Estados Unidos se amplió inesperadamente en marzo hasta alcanzar un récord, debido a que las empresas importaron más bienes para adelantarse a los aranceles, lo que indica un gran impacto en la economía en el primer trimestre.
El déficit en el comercio de bienes aumentó un 9,6% con respecto al mes anterior, llegando a US$ 162 mil millones, según datos del Departamento de Comercio publicados este martes. Dado que las importaciones se contabilizan como parte del PIB, los datos apuntan a un resultado débil para la estimación inicial que se informa este miércoles. De hecho, varios economistas han revisado a la baja sus previsiones.
Datos separados publicados este martes mostraron que los aranceles también están afectando considerablemente la opinión de los estadounidenses sobre el futuro de la economía y sus finanzas personales. Un indicador de las expectativas de los consumidores para los próximos seis meses cayó en abril a su nivel más bajo desde 2011, según un informe de The Conference Board.