El Presidente de Estados Unidos, Donald Trump, decidió el viernes eximir al grafito, el tungsteno, el uranio, los lingotes de oro y otros metales de los aranceles vigentes en su país, mientras que sometió a los productos de silicona al pago de derechos aduaneros.
Los cambios entrarán en vigor el lunes, según una orden ejecutiva emitida ehace dos días.
La directiva de Trump también podría acelerar la implementación de acuerdos comerciales a medida entre Estados Unidos y otros países, lo que facilitaría que Washington levante los aranceles sobre piezas de aeronaves, productos farmacéuticos genéricos y otros que no pueden cultivarse, extraerse o producirse naturalmente en EEUU, como especias exclusivas y café, además de metales oscuros.
La medida formaliza un plan para eximir a los lingotes de oro de los aranceles, después de que un fallo de semanas atrás de Aduanas y Protección Fronteriza de EEUU sorprendió a los comerciantes y causó confusión al indicar que los lingotes estarían sujetos a impuestos de importación.
Los cambios se realizaron por recomendación de funcionarios estadounidenses, según la orden presidencial. De acuerdo con la medida, “estas modificaciones son necesarias y apropiadas para abordar la emergencia nacional” declarada inicialmente por Trump al imponer aranceles a nivel nacional en abril.
Tras la modificación del procedimiento, la Oficina del Representante Comercial de EEUU y el Departamento de Comercio estarían facultados para tomar medidas para implementar acuerdos marco con otros países, como los que Trump firmó con la Unión Europea, Japón y Corea del Sur. Esto eliminaría la necesidad de que el mandatario implemente dichos cambios mediante sus propias órdenes ejecutivas.
Política arancelaria
El jefe de Comercio de la UE, Maros Sefcovic, dio la bienvenida a la medida y escribió el sábado en una publicación en X que "allanaba el camino para que los aranceles de automóviles y repuestos cayeran al 15% y asegurara exenciones clave del límite del 15%".
La UE ha estado ansiosa por evitar un aumento de los aranceles estadounidenses sobre su sector automotriz. Si bien la orden del viernes no supone un alivio inmediato, se considera un paso positivo.
Los aranceles globales de Trump son el eje central de su amplio esfuerzo por abordar los desequilibrios comerciales, que ha denunciado como una amenaza para la seguridad nacional. Antes de aumentar gradualmente los gravámenes a docenas de países el mes pasado, el presidente llegó a acuerdos con varias economías para establecer tarifas más bajas a cambio de que el capital extranjero elimine las barreras a los productos estadounidenses.
Los aranceles y algunos de los acuerdos se elaboraron de manera frenética a lo largo de varios meses y provocaron quejas de que podrían perturbar mercados clave y aumentar el precio de bienes que no se pueden cultivar ni producir en Estados Unidos.
Se están eliminando las tarifas recíprocas para una gran cantidad de minerales, incluidos materiales críticos utilizados en la industria aeroespacial, la electrónica de consumo, los dispositivos médicos y otras tecnologías.
Los productos farmacéuticos como la pseudoefedrina, los antibióticos y otros medicamentos —que ya son objeto de una investigación comercial independiente en curso por parte del Departamento de Comercio— también están recibiendo un nuevo alivio.
Además de los productos de silicona, Trump está ampliando sus aranceles recíprocos a la resina y al hidróxido de aluminio.