El Comité de Finanzas del Senado de Estados
Unidos aprobó hoy, por estrecho margen y con un solo voto republicano, la reforma de salud que según
sus partidarios es la prioridad del presidente Barack Obama para la cobertura médica universal.
Con 14 votos a favor y 9 en contra, los miembros del Comité votaron la medida,
de corte centrista, tras horas de disputas sobre el alcance y contenido
de ésta y cómo financiarla sin abultar más el déficit.
Según los cálculos del Congreso, el proyecto permitirá extender la cobertura
sanitaria al 94% de los estadounidenses, y aplicarlo tendrá un costo de US$829.000
millones en diez años.
Obama elogió a la senadora republicana
Olympia Snowe por ser "extraordinariamente diligente" en sus
deliberaciones con los demócratas, y por ser la única en votar a su favor.
La reforma incluye protecciones a los consumidores, impuestos a las
aseguradoras, establece un "intercambio de seguros" a nivel estatal,
ofrece subsidios federales para las familias de bajos ingresos y prohíbe que las aseguradoras nieguen cobertura
con base en condiciones médicas preexistentes.
Para convertirse en ley, la reforma necesitará 60 votos en el Senado y al menos
218 en la Cámara Baja.