El gobierno de Estados Unidos intentará ampliar la vigencia
del fondo de US$ 700.000 millones creado para el rescate de su sector
financiero hasta octubre de 2010, según altos cargos
familiarizados con el asunto citados por la agencia Reuters.
Este plan de rescate, aprobado en octubre de 2008 (un mes
después de la quiebra de Lehman Brothers), expira el 31 de diciembre si no hay
una decisión de extenderlo.
La ley que estableció el fondo, conocido como TARP (Troubled
Asset Relief Program ó Programa de Rescate de Activos Problemáticos), da al
Gobierno la potestad para decidir si debe extenderlo o no, pero pone como plazo
límite de duración octubre de 2010.
A finales de noviembre, el fondo ya había distribuido US$
560.000 millones.
La semana pasada, el secretario del Tesoro, Timothy
Geithner, aseguró en el Congreso que gran parte de los US$ 700.000 millones reservados
para el plan no serían necesarios, pero subrayó que sería un error cerrar el
programa completamente.
Precisamente esta semana se conocía que el plan de rescate
iba a costar a las arcas públicas US$ 200.000 millones menos de lo previsto.
Por ello, altos cargos
de la Administración
de Obama abogan porque el fondo sea utilizado para otros fines, como estimular
el empleo o conceder rebajas fiscales a las pymes.
"Difícilmente haya habido un programa de emergencia
menos querido o más necesario que el TARP, que siendo tan mortificante como
podría ser la asistencia a bancos indiscutiblemente ayudó a evitar un colapso
del sistema financiero todo", aseguró ayer el presidente Barack Obama.