Tras el
balde de agua fría que significó el dato de las solicitudes de desempleo, ahora
un dato inmobiliario mejora el ánimo en Estados Unidos.
Se trata de
la venta de casas usadas que anotó una fuerte alza de 7,6% durante agosto.
Según la Asociación
de Agentes Inmobiliarios, las ventas de viviendas de segunda mano subieron
desde las 3,24 millones de unidades a 4,13 millones.
La cifra
superó las estimaciones de los expertos consultados por Reuters que esperaba
una cifra en torno a los 4,10 millones de unidades.
Tras conocer la cifra, las acciones en Wall Street recortaban las pérdidas iniciales.