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Derrumbe en precios de soya golpea ingresos de Argentina

Por: | Publicado: Jueves 2 de octubre de 2014 a las 05:00 hrs.
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Los futuros de la soya a noviembre han estado cayendo en Chicago, llegando a US$ 344 la tonelada el 23 de septiembre, su menor precio desde 2010, y más de 30% bajo la cosecha del año pasado.

Para Argentina, donde la soya representa casi un cuarto de las exportaciones, esta es una amenaza a la precaria balanza comercial y las debilitadas reservas extranjeras.

El declive de los precios internacionales obedece a un creciente suministro global, con el Departamento de Agricultura de EEUU proyectando una cosecha récord de más de 100 toneladas –casi 20% mayor que la producción del país en 2013– al igual que expectativas de mayores cosechas en Brasil y Argentina (segundo y tercer productor mundial respectivamente, después de EEUU). Este mayor suministro ha superado a la demanda global, haciendo caer los precios.

Problemas para el gobierno

Las exportaciones agrícolas representan 37% de los ingresos por exportaciones de Argentina y son gravados con un impuesto de 35%, que constituyen una importante fuente de ingresos fiscales. La proyectada caída de los precios –y, posiblemente, de la producción– de la mayor cosecha de exportación de Argentina agregará nuevas presiones a la baja a los ingresos fiscales, la balanza comercial y, en última instancia, a las reservas extranjeras en 2015. Estas últimas ya han caído dramáticamente en los últimos años, desde un peak de más de US$ 50 mil millones en 2011 a US$ 28.500 millones a fines de septiembre, llevando la cobertura para las importaciones por debajo de los cuatro meses por primera vez en décadas, pese a la cosecha récord de soya este año.

Con el déficit en el comercio de energía convirtiéndose en una creciente carga para la cuenta corriente tras varios años de subinversiones en el sector y precios por debajo del mercado que siguen estimulando la demanda, las perspectivas de debilitamiento en la entrada de flujos cambiarios desde la agricultura contribuye a nuevos temores de devaluación.

Datos recientes muestran que, junto con la rampante inflación, el temor a la devaluación está afectando los ingresos de exportaciones para la cosecha de soya: los agricultores vendieron sólo 55% de su cosecha a fines de agosto, comparado con 64% en 2013.

Como las exportaciones de soya son pagadas en dólares, los agrucilrores se están aferrando a sus stocks para cubrirse por alzas en los precios de los commodities o esperar la devaluación, que parece cada vez más probable a la luz de la prima de 90% en el mercado negro. Eso representa hasta US$ 2.200 millones en ingresos de exportaciones perdidos. Esto aumentará la presión sobre el país en los próximos meses, a medida que la economía se mantiene en recesión y crecen las perspectivas de una devaluación.

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