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EIU: peso chileno seguirá volátil y actividad interna podría mitigar presiones desde el extranjero

La entidad prevé que el Banco Central deje la tasa intacta al menos hasta el próximo año, a no ser que la fuga de capitales se acelere.

Por: | Publicado: Jueves 17 de mayo de 2018 a las 07:30 hrs.
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En medio de resultados más robustos de la economía estadounidense y la expectativa de más alzas de interés en ese país, el peso chileno ha caído a su menor valor desde fines de 2017. Ello, a pesar de un escenario macroeconómico generalmente positivo en lo interno, impulsado por indicadores recientes que muestran que una recuperación económica está en camino. Sin embargo, la moneda chilena seguirá siendo altamente vulnerable a los factores externos en lo que queda del año.

El peso había ganado una fuerza considerable desde que llegó a los $ 655 por dólar a fines de 2017. En esa ocasión, la baja fue impulsada por la incertidumbre sobre el resultado de la elección presidencial (tras una primera vuelta más ajustada de lo esperado), así como una caída aguda en los precios del cobre, que bajó a menos de US$ 3 por libra. El peso recuperó rápidamente lo perdido en la segunda mitad de diciembre y en 2018 y, para abril, ya estaba cercano a $ 595 por dólar, antes de volver a depreciarse. Actualmente fluctúa cerca de los $ 632 por dólar.

La caída en el peso en las semanas recientes está siendo ampliamente impulsado por factores externos, notablemente un fortalecimiento del panorama para la economía de EEUU (incluyendo una inflación al alza), lo que llevó a las expectativas de más alzas en la política monetaria de la Reserva Federal a futuro. Esto fortaleció al dólar desde fines de abril y ha generado un remezón en muchas monedas de la región y de los mercados emergentes (particularmente en la vecina Argentina). Una nueva caída de los precios del cobre ha agravado este efecto, con el valor de la libra acercándose a la barrera de los US$ 3 a fines del mes pasado. El cobre ha subido levemente en mayo, el peso ha recuperado algunas pérdidas, a medida que el dólar se debilita frente a la decisión de EEUU de salir del pacto nuclear con Irán y los temores del proteccionismo comercial.

Un panorama volátil

La apertura económica de Chile lo hace altamente vulnerable a los cambios en la confianza global de los inversionistas. Un factor de riesgo clave seguirá siendo la impredecibilidad de la política externa del presidente de EEUU, Donald Trump, además de las actuales preocupaciones sobre la posibilidad de más medidas proteccionistas. Otra consideración es el fortalecimiento de la economía estadounidense, impulsada por la reforma tributaria, y sus efectos sobre el fortalecimiento del dólar, así como la respuesta de la Fed.

El banco central subió su tasa de política monetaria en marzo a 1,75% y se esperan dos alzas más en lo que queda del año. Además de los eventos en EEUU, los precios del cobre (fuertemente impulsados por la demanda desde China) también han sido volátiles en el último año, aunque es importante destacar que, pese a las caídas recientes, el valor se mantiene por sobre el promedio de 2015 a 2017, cuando la libra estuvo por debajo de los US$ 3. El cobre representa cerca de 40% de las exportaciones chilenas. La Economist Intelligence Unit espera que los valores se mantengan por encima de ese nivel entre 2018 y 2019, lo que debería dar algo de apoyo.

Un fortalecimiento de la economía doméstica debería ayudar a mitigar parte de las presiones desde el extranjero. La actividad económica mensual ha llegado o superado el 4% entre febrero y marzo, lo que sugiere que se aproxima una recuperación económica. En consecuencia, parece poco probable que las autoridades monetarias reaccionen a la debilidad del peso si amenaza con descarrilar la inminente recuperación. El último movimiento en la tasa por parte del Banco Central fue hace casi un año, en mayo de 2017, y los tipos se han mantenido en 2,5% desde entonces, a pesar de la depreciación de fines de 2017.

Una huida más significativa de capitales globales de vuelta a EEUU a lo largo de lo que queda del año podría presionar para un endurecimiento de la política monetaria, pero ese no es nuestro escenario base. Sin embargo, a la luz de la depreciación reciente, ajustaremos nuestras previsiones para el peso este año. Continuamos previendo que la política monetaria se mantendrá intacta hasta inicios de 2019, aunque esta previsión ahora está sujeta a riesgos.

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