Los empresarios que dirigen las mejores empresas, entre las más grandes de Brasil, quieren reglas más claras para invertir en sus negocios y de esa forma destrabar el crecimiento. Piden menos intervención del Estado, pero también consideran las tareas que ellas mismas tienen que llevar a cabo para lograr expandirse. En esa lista destacan innovación, eficiencia y valor agregado.
En busca de un ambiente con menos regulaciones y más “claro” para los negocios, empresarios que participaron de los premios del anuario “Valor 1.000” señalaron que en el corto plazo les preocupa la volatilidad del tipo de cambio, mientras todos los rubros defendieron la necesidad de una infraestructura más eficiente.
“A nivel general, lo que impide que las inversiones se aprueben e implementen a mayor velocidad tiene que ver con todo tipo de incertidumbre. Para eliminar ese efecto, es necesario más claridad y seguridad jurídica”, afirmó Tadeu Carneiro, presidente de la Compañía Brasileña de Metalúrgica y Minería (CBMM). En un momento en que el sector de minería brasileño atraviesa importantes cambios, con el nuevo marco regulatorio, y el escenario económico que continúa incierto, las empresas tienen que enfocarse en buscar la eficiencia, dijo el ejecutivo.
El director superintendente del grupo de caña de azúcar Santa Terezinha, Ágide Meneguete, agregó que para escapar del bajo crecimiento, el país tendría que invertir en competitividad internacional, porque el mercado interno no puede absorber la producción brasileña.
Desde el sector productivo, los empresarios están invirtiendo en tecnología y entrenamiento de mano de obra para competir a nivel global. Lo que impide que se hagan más inversiones es la inseguridad jurídica vigente en Brasil, señaló Meneguete. “Se necesita que (el Estado) intervenga lo menos posible. La presencia del gobierno en la definición de los precios de los combustibles está perjudicando duramente al sector productor de etanol”, dijo.
Además de la inseguridad jurídica, el presidente de Molinos Anaconda, José Honorio de Tofoli, criticó al actual gobierno porque cree que falta una dirección más clara en la conducción de la economía y el gobierno actúa “tapando agujeros”. Bajo su óptica, el tipo de cambio ayuda a explicar la reticencia de las empresas en invertir. Añadió que el problema no es solamente la devaluación cambiaria, sino también la falta de previsibilidad de los principales indicadores económicos y financieros.
Para José Roberto Ermirio de Moraes, presidente del consejo de administración de Votorantim Participaciones, la coyuntura externa no ayuda al crecimiento económico de Brasil en este momento. Para superarlo y poder crecer, el país y las empresas que actúan en territorio brasileño precisan ser “más proactivas”. De Moraes dijo que el gobierno necesita controlar los gastos y el superávit primario. Con respecto a la inflación, consideró que por el momento no es preocupante, y sobre el cambio aseguró que es un problema cuando se pone muy volátil.
A pesar de las dificultades con el tipo de cambio y la incertidumbre que genera el escenario económico, el fabricante de electrodomésticos Whirlpool no frenará sus inversiones, anticipó el presidente de la compañía en Brasil, Joao Carlos Brega. Consideró que hoy lo mejor es mantener la misma estrategia de épocas de alto crecimiento e invertir en productos, servicios e innovación. Dijo que lo que genera más dudas actualmente es la volatilidad de la economía. El ejecutivo evaluó que hay una “ola de pesimismo” y que los economistas también precisan analizar “el vaso medio lleno” de la economía. “Cuando se exacerban las noticias negativas, eso puede crear una tendencia negativa”, acotó.
Se necesita modificar en serio la forma en que el gobierno lidia con las cuestiones públicas, expresó Ricardo Simoes, presidente de Copasa, concesionaria de saneamiento de Minas Gerais. “El gobierno debería intervenir menos, dejar que el mercado de sus respuestas”, aseguró.
El presidente de la minera de oro Kinross, Antonio Carlos Marinho, se mostró optimista en relación a la economía brasileña, pero enfatizó la importancia de que las compañías trabajen en la mejora de su estructura financiera para atravesar momentos difíciles como el actual.
Pero hay otros elementos para el director de Lojas Cem, Cícero Dalla Vecchia, como el fortalecimiento del mercado doméstico de consumo, la simplificación y reducción de la estructura tributaria brasileña y la promoción de inversiones son los factores que pueden ayudar a Brasil a escapar de la trampa del bajo crecimiento y estimular el desarrollo más fuerte y sustentable de la economía local. “Uno de los factores más inmediatos es que el país se torne independiente de las inversiones externas volátiles que provocan inestabilidad, inclusive cambiaria, y estimular inversiones permanentes”, expresó.
La empresa de Correos cuenta con las inversiones en infraestructura y los aportes de inversores extranjeros como vectores capaces de llevar a la compañía a superar las trampas que impone el crecimiento económico débil. “El lanzamiento del programa de concesiones en infraestructura logística ayudará a Brasil a dar un salto de productividad y competitividad, garantizando crecimiento sustentado en el largo plazo”, dijo el presidente de la empresa, Wagner Pinheiro de Oliveira.
Bruno Armbrust, presidente de Gas Natural Fenosa en Brasil, que es controladora de la Compañía Distribuidora de Gas de Rio de Janeiro (CEG), estimó que la perspectiva de aumento de la oferta de gas exigirá avanzar con un marco regulatorio y en el desarrollo de un plan energético nacional de más largo plazo, que contribuya al desarrollo de infraestructura capaz de absorber ese aumento de oferta.