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Ciudadanía a la venta para la élite mundial

Por 650 mil euros se puede comprar un pasaporte de Malta que permite trabajar en cualquier país de la Unión Europea.

Por: Vanessa Houlder, Financial Times | Publicado: Viernes 1 de julio de 2016 a las 04:00 hrs.
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Cuando Younghee Wait, una neoyorquina y ciudadana de Estados Unidos, llevó a su familia a Malta en noviembre, les encantó la belleza y la cultura del archipiélago mediterráneo. Pero la visita fue más que vacaciones. Fue un paso hacia la compra de la ciudadanía maltesa para su familia, que les permitiría vivir y trabajar en cualquier parte de la Unión Europea (UE).


Wait es un ejemplo de una nueva y rápidamente creciente clase de "ciudadanos económicos". Hubo una época durante la que los segundos pasaportes eran –al igual que las maletas de dinero en efectivo– el dominio de las novelas de espionaje. Según el Fondo Monetario Internacional (FMI), en la actualidad se están volviendo cada vez más comunes.


El FMI ha reportado un aumento en el número de programas de ciudadanía económica. Los individuos adinerados consideran la compra de derechos de ciudadanía o de residencia "como un medio para mejorar la movilidad internacional, la planificación fiscal y la seguridad familiar", indicó el FMI en un informe del año pasado.


La adquisición de pasaportes malteses no representa ventajas fiscales para la familia de Wait, pero le abriría la puerta a un empleo en Europa. Aunque ella y su marido dependían de los bancos para los que trabajaban para organizar las visas, ella cree que las compañías más emprendedoras de hoy en día no dedican esfuerzos para ayudar a que los empleados trabajen en el extranjero.


Wait, quien espera completar el proceso de obtención de una "ciudadanía por inversión" este año, lo describe como riguroso y largo, requiriendo exhaustivas verificaciones de antecedentes. La inversión requerida es significativa: el solicitante principal paga 650.000 euros, con inversiones adicionales en propiedad y bonos, así como otras contribuciones en nombre de los cónyuges y de los dependientes.


El programa de ciudadanía por inversión de Malta es controversial. En 2014, los Miembros del Parlamento Europeo votaron abrumadoramente a favor de una resolución no vinculante criticando el plan, declarando que un pasaporte de la UE no debiera tener "precio".


A pesar de estas reservas, la UE ha impulsado la venta de ciudadanías ofreciéndole a una serie de países del Caribe viajes sin visa dentro de Europa, un incentivo que comenzó en 2009. Esta estrategia reanimó uno de los programas de ciudadanía más antiguos –aunque en gran medida moribundo– que había estado a cargo de San Cristóbal y Nieves desde 1984.


Las dos islas del Caribe prometen "embriagadora belleza natural, soleados cielos, cálidas aguas y playas de blanca arena", pero a sus nuevos ciudadanos no se les exige que vivan allí o ni siquiera que las visiten. Por una total de tan sólo US$ 250.000, los inversionistas pueden lograr la oportunidad de viajar sin visa a decenas de países en cuestión de meses.


La demanda se disparó rápidamente, elevando los ingresos por este concepto al 13% del ingreso nacional de las islas de US$ 787 millones en 2013. Con regulaciones y cargas fiscales mínimas, los libertarios se contaron entre los primeros "aficionados". Uno de ellos fue Roger Ver, uno de los primeros inversionistas en compañías "startup" relacionadas con las bitcoin, quien a menudo había sido fotografiado vistiendo una camiseta con el lema "las fronteras son líneas imaginarias". Otro, Pavel Durov, un empresario tecnológico itinerante de origen ruso, declaró que no le gustaba el concepto de tener "países".


Las estadísticas fidedignas son difíciles de obtener, pero el FMI ha implicado que la demanda de programas de ciudadanía por inversión está liderada por clientes provenientes de China, seguidos por los de Rusia y, en menor medida, por los de Medio Oriente. El FMI opina que el aumento de la demanda "puede reflejar una combinación de creciente riqueza en los mercados emergentes con un aumento de las incertidumbres globales y de las cuestiones de seguridad".


La inseguridad impulsa la demanda, aseguró Christian Kalin de Henley & Partners, una consultora con sede en Jersey. Algunos de los compradores de segundos pasaportes se resisten a revelar su nacionalidad en las listas de pasajeros o en los registros de los hoteles a raíz de los atentados terroristas de Mumbai en 2008, en los que los titulares de pasaporte de EEUU y de Reino Unido fueron atacados.


Los impuestos son otro incentivo. Henley & Partners dice que mudarse "a un país con un régimen fiscal menos riguroso representa una atractiva opción para muchos que sienten que tienen que pagar más, y a quienes, en particular, no les gustan la política divisiva y la erosión constante de su privacidad".


La residencia –no la ciudadanía–generalmente determina en donde la gente paga impuestos, excepto para los ciudadanos estadounidenses, quienes pagan impuestos federales dondequiera que vivan. Pero Henley & Partners opina que la ciudadanía puede ser un factor decisivo cuando más de un país tiene derechos de imposición y por lo tanto puede ser una "herramienta eficaz para la planificación fiscal internacional".


Cada vez con más frecuencia, los pasaportes adicionales se consideran un símbolo de estatus. "Para algunas personas tener otra nacionalidad es prestigioso", declaró Nuri Katz, presidente de Apex Capital Partners, una consultora en materia de ciudadanía.


Atossa Araxia Abrahamian, periodista de Al Jazeera y autora de "The Cosmopolites", un libro sobre la venta de ciudadanía, opina que la comercialización efectiva es responsable de una gran parte del aumento de su popularidad. Ella dijo que, en parte, se debe al "apalancamiento de la paranoia" y en parte a la presentación de sus clientes como una "nueva clase privilegiada de ciudadanos del mundo".


La reputación de algunos planes se ha visto empañada por la laxitud de los controles. El FMI declaró que "preservar la credibilidad" de los programas es el desafío más crítico que enfrentan. Abrahamian, quien tiene tres ciudadanías debido a sus nexos familiares o a su nacimiento, declaró que ella no ve nada de malo en los programas de inversión. "Si eres rico y quieres tomar las riendas de tus decisiones, te deseo lo mejor".

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