La fuga de cerebros en España está dejando a la investigación científica a la deriva
El gasto en ciencia e investigación en España se ha recortado dramáticamente...
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Por Tobias Buck
El gasto en ciencia e investigación en España se ha recortado dramáticamente como parte del amplio programa de austeridad del gobierno. Las universidades y los centros de investigación se quejan de que no hay dinero ni siquiera para comprar guantes, batas de laboratorio y materiales básicos como nitrógeno líquido.
Nuevos puestos para maestros son pocos, lo que está incitando a los mejores jóvenes científicos españoles a abandonar el país o la investigación académica por completo.
El viernes, miles de científicos e investigadores jóvenes marcharon por las calles de Madrid, Barcelona y otras ciudades españolas para llamar la atención sobre su problema, y advertir sobre los riesgos que presenta al país la fuga de cerebros en el largo plazo.
Los críticos acusan al gobierno de socavar uno de los pilares clave de una futura recuperación económica. “El mismo gobierno dice que nuestra economía debería estar basada en la innovación. Dicen que necesitamos innovación, pero entonces van y cortan los recursos para apoyarla”, dice Anxo Sánchez, profesor de matemáticas aplicadas en la Universidad Carlos III en Madrid.
La controversia subraya un agudo dilema que se le presenta a muchos de los gobiernos con problemas de financiamiento en el sur de Europa: cómo recortar gastos y bajar el déficit fiscal sin afectar los proyectos económicos a largo plazo del país.
En el caso de España, el gobierno ha ofrecido beneficios fiscales y otros incentivos al sector privado, en un esfuerzo por estimular a las empresas a gastar más dinero en investigación y desarrollo (I+D).
No queda muy claro, sin embargo, que estas medidas puedan compensar el daño causado a las universidades financiadas por el Estado y los centros de investigación. El gasto del gobierno en I+D se ha reducido en 40% desde 2009, pese a que el presupuesto de I+D ya está por debajo de muchos otros países europeos.
El gobierno de Mariano Rajoy se encuentra bajo presión en dos frentes con un descontento público en aumento y un hervidero de problemas constitucionales en Cataluña. Bajo el régimen de austeridad actual, las universidades y los centros de investigación sólo pueden reemplazar uno de cada diez puestos que queden vacantes.
Pero aún ese objetivo no se cumple: en el Consejo Superior de Investigaciones Científicas de España, que maneja más de 130 centros de investigación a través del país, sólo hay dinero para cinco nuevos puestos en 2013, una fracción de los 150 puestos que se espera queden vacantes este año.
Además del personal, los científicos se quejan de que el gobierno está retrasando fondos prometidos para la investigación; los científicos que recibieron becas de investigación el año pasado todavía están esperando ver algo del dinero prometido.
“Los recortes son de tal magnitud que la totalidad de la comunidad científica se encuentra en una depresión”, asegura Sánchez.