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La hipocresía del boicot de los combustibles fósiles

Por: | Publicado: Viernes 17 de octubre de 2014 a las 05:00 hrs.
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¡Grandes noticias! Greenpeace anunció: "Después de una campaña de tres meses con el apoyo de más de un millón de personas en todo el mundo, Lego anunció que no renovará su contrato con el destructor del Ártico, Shell".

Los esfuerzos de Greenpeace para romper el vínculo de marketing entre Lego y Royal Dutch Shell, que se remonta a los '60, incluyó un estilizado video. Al son de "Everything Is Awesome", el tema musical de la reciente película de Lego, el video mostró lindos osos polares, perros esquimales, gaviotas, un oso de peluche y al Viejo Pascuero ahogándose en un mar creciente de petróleo. Además de una petición, la ONG puso a los niños a construir animales gigantes de Lego fuera de la sede londinense de Shell "en protesta lúdica contra la asociación de su juguete favorito con la petrolera que planea perforar el Ártico". La semana pasada, Lego se rindió. La firma dijo que Greenpeace debería haber presentado sus objeciones directamente a Shell. Pero anunció que no renovaría su contrato de coproducción cuando llegara a su fin. Es una lástima que ni Shell ni Lego aprovecharan la oportunidad de educar a los jóvenes manifestantes. Podría haber sido algo así: "Hola a todos. Qué lindo verlos jugar con Legos. ¿Alguien puede adivinar cuántos ladrillos y modelos fabrica Lego en un año? Sí, tú en la primera hilera. ¿Un millón? No, mucho más que eso. ¿Alguien más? Sí, tú con la camiseta con la foca. ¿Mil millones? La respuesta es – ¡agárrense! – 55 mil millones. ¡En un año! Si tomáramos todos esos ladrillos y construyéramos una torre, llegaría más lejos que la Luna. "Ahora, ¿alguien sabe con qué se fabrican los Legos? Así es, qué inteligentes son. Plástico. ¿Y con qué se hace el plástico? ¿Nadie? Si quieren buscar en sus teléfonos inteligentes, está en la página 77 del informe de Lego: 'Los ladrillos de Lego empiezan como un fragmento de destilado de petróleo crudo'". No se puede criticar a Lego por ceder. Cuando Greenpeace ataca a una empresa, sus directivos deben decidir por cuánto tiempo se resisten. Lego hace grandes esfuerzos en pro del medio ambiente, reduciendo los residuos y envases. Se dice, con razón, que sus productos son de tan alta calidad que muy pocas veces se desechan. Y para 2030 espera encontrar "alternativas sustentables a nuestras materias primas actuales". Pero es tal la popularidad de Lego, que, a pesar de sus esfuerzos de eficiencia energética, el aumento de su producción significó que sus emisiones de dióxido de carbono aumentaron cada año de 2008 a 2012, el último año para el cual proporciona cifras.

Lego tiene razón de que Shell es la que debe pronunciarse y Greenpeace tiene todo el derecho a cuestionarlo. Pero debemos cuestionar la táctica de Greenpeace de animar a la gente a seguir disfrutando de sus placeres derivados del petróleo, mientras ataca a las empresas que buscan y producen ese petróleo. No es sólo la campaña de Lego. El año pasado, Greenpeace organizó una maniobra anti-Shell cuando los ganadores del Grand Prix de Fórmula 1 de Bélgica estaban en el podio. Ésta es una carrera de autos súper rápidos con, sin duda, motores cada vez más energéticamente eficientes, vistos por multitudes que han llegado conduciendo sus automóviles. En nuestra forma de conducir, de volar y de cargar nuestros teléfonos, en los edificios en los que trabajamos y en las casas que calentamos, todos estamos implicados en el uso de combustibles fósiles. Gran parte de la pericia en el desarrollo de la energía renovable proviene de las compañías petroleras. "Imaginar que hay dos sectores de la energía completamente independientes por ahí, uno 'bueno' (renovables) y el otro 'malo' (combustibles fósiles), revela una total falta de apreciación de cómo funciona realmente la industria", dijo Paul Younger, profesor de ingeniería energética de la Universidad de Glasgow. La sociedad tiene complicadas y posiblemente inconvenientes decisiones que tomar respecto a nuestro futuro energético. Pensar que podemos tratar el tema estigmatizando a las grandes petroleras es infantil, una cualidad aceptable en los jóvenes constructores de Lego, pero no en el resto de nosotros.

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