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G20 urge a países a "abstenerse" de hacer devaluaciones competitivas

La cumbre de Seul terminó hoy con una declaración final, que fue negociada hasta ultima hora por las grandes diferencias que tenían los países sobre el tema de las divisas.

Por: | Publicado: Viernes 12 de noviembre de 2010 a las 09:17 hrs.
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Los líderes del G20 acordaron hacer un llaamdo general para que los países "se abstengan" de hacer devaluaciones competitivas, origen de la llamada "guerra de divisas" que les ha enfrentado en las últimas semanas, tras días de intensas discusiones.

La cumbre de Seul, celebrada bajo la sombra de las tensiones cambiarias entre EE.UU. y China, terminó hoy con una declaración final, que fue negociada hasta ultima hora por las grandes diferencias que tenían los países sobre el tema de las divisas.

Finalmente, los 20 han llegado a un consenso general, el de pedir a los países que se "abstengan" de manipular sus monedas como vía para mejorar la competitividad de sus exportaciones.

En el comunicado, el G20 establece un plan de medidas que se tienen que poner en marcha en los próximos meses para alcanzar en el mundo un "crecimiento sostenido y equilibrado".

Uno de los desequilibrios que hay que atacar es el de la balanza comercial y por cuenta corriente. Los países emergentes, que crecen con fuerza, están consumiendo e invirtiendo mucho menos de lo que producen y gastan, con lo que tienen un fuerte superávit por cuenta corriente.

Por el contrario, los países desarrollados crecen con timidez y consumen mucho más de lo que producen, con lo que tienen que importar de las naciones emergentes.

En medio de esta situación distorsionada, países como EE.UU. han pedido a los emergentes, y especialmente a China, que potencie su demanda interna para no depender tanto de las exportaciones.


"Guía de iniciativas"

En este contexto, el G20 se compromete en la Declaración a crear en 2011 unas "guías indicativas" que medirán el nivel de desequilibrio en las balanzas por cuenta corriente de los países.

Si esas guías determinan que el desequilibrio llega a niveles peligrosos los países tendrían que tomar medidas. El Fondo Monetario Internacional se apoyará en la vigilancia de estos indicadores.

Inicialmente, EE.UU. había querido que se estableciera un límite numérico, del 4%, para los superávit y déficit por cuenta corriente, una propuesta que quedó rápidamente abandonada.

El anfitrión de la cumbre, el presidente surcoreano Lee Myung-bak, explicó hoy que con estos acuerdos "hemos logrado resultados significativos y dado un paso más con respecto a las cuatro cumbre anteriores" del G20, tras Washington, Londres, Pittsburg (EE.UU.) y Toronto (Canadá).

En algún momento, el intenso cruce dialéctico entre los países hizo temer que se rompería la unidad del G20, pero ahora "la cumbre ha demostrado (que permanece) el espíritu de cooperación internacional del G20".

En su declaración, los mandatarios muestran su apoyo a un Fondo Monetario Internacional (FMI) "modernizado" que refleje los cambios que han tenido lugar en la economía mundial con "una mayor representación" de las economías emergentes y naciones en desarrollo, en línea con la reforma aprobada la semana pasada por el Consejo Ejecutivo del organismo.

También han alcanzado un acuerdo sobre los elementos fundamentales del nuevo marco de regulación financiera, incluyendo el capital bancario, los estándares de liquidez y otras medidas para hacer un sistema financiero "más robusto".

Además, se comprometen a trabajar para alcanzar una conclusión exitosa y equilibrada de la Ronda de Desarrollo de Doha, al tiempo que presentan un plan de acción de Desarrollo dirigido especialmente a los países de baja renta para avanzar hacia el reequilibrio mundial.

Los líderes de los 20 países ricos y emergentes se comprometen "a poner el empleo en el centro de la recuperación", además de "proveer protección social y un trabajo digno" y asegurar "un crecimiento acelerado en los países de baja renta".

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