El secretario general de la
Organización de los Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza,
propuso hoy que sea este organismo el que debata en su próxima
Asamblea General en junio la derogación de la resolución de 1962 por
la que Cuba dejó de pertenecer a la institución.
Insulza explicó que la eventual derogación de esa resolución no
significaría la readmisión automática de Cuba al organismo, porque
tal decisión corresponde al Gobierno de La Habana y a los miembros
de la OEA en otro proceso independiente.
Horas antes de la inauguración de la V Cumbre de las Américas en
Puerto España, capital de Trinidad y Tobago, Insulza explicó que el
texto de la resolución de 1962 contiene referencias históricas,
entre ellas la mención al "bloque chino-soviético", que no
concuerdan con la realidad política actual.
El líder cubano Fidel Castro escribió esta semana que Cuba no
pedirá "de rodillas" su ingreso a la "infame" y "vetusta" OEA.
Según Insulza, cualquier "debate acerca de la reincorporación o
no de Cuba a la OEA debería estar precedido por la derogación de la
resolución".
"Es una resolución obsoleta. Naturalmente puede haber otros
obstáculos, otras dificultades, pero esa resolución no sirve para
enfrentar esas dificultades. En mi opinión, la OEA debería eliminar
esa resolución, que es un residuo de la Guerra Fría", afirmó.
"El regreso o no de Cuba a la OEA es una decisión de Cuba que
debe ser conversada con todos los Estados miembros a la luz de los
textos y resoluciones que la OEA ha tomado en los últimos años. Si
alguien dice que Cuba no debe estar en la OEA, que lo diga por
razones actuales, no por razones del pasado", indicó.