La fuga de depósitos del Bank of Ireland (BoI) y del Allied Irish Banks (AIB) se ha reducido "muy significativamente" desde que el Gobierno irlandés anunció una nueva inyección de capital y la creación de un nuevo sistema financiero en torno a estos dos bancos.
Así lo afirmó hoy el ministro irlandés de Finanzas, Michael Noonan, ante el Parlamento nacional (Dáil), una semana después que el Banco Central Irlandés (ICB) revelase en sus pruebas de resistencia que cuatro entidades bancarias necesitan US$ 34.080 millones extra para hacer frente a sus deudas.
El BoI, en el que el Estado participa con un 36%, necesita US$ 7.384 millones, mientras que el ya nacionalizado AIB eleva esa cantidad hasta US$ 18.886 millones.
Según los planes de reestructuración del Ejecutivo irlandés, la mayoría de las entidades financieras nacionales se integrarán en un conglomerado cuyo "pilares" básicos serán el BoI y el AIB, tradicionalmente los dos grandes bancos del país.
"El número total de depósitos retirados de los bancos pilares se ha reducido significativamente. Desde el anuncio del pasado jueves, su situación respecto a capitales ha mejorado mucho", dijo el titular de Economía.
Según el ICB, los depósitos bancarios del sector privado en entidades irlandesas se redujeron un 9,8% durante el pasado mes de febrero.
No obstante, Noonan aseguró hoy que la reacción de los mercados a las medidas del Gobierno demuestra que se ha restablecido la confianza en el sistema irlandés, si bien reconoció que ésta es como "una frágil flor", que se puede "marchitar" con el deterioro de la economía internacional.
El ministro indicó que las entidades rescatadas, cuya factura final podría acercarse a los US$ 99.400 millones, pueden desprenderse de activos valorados en unos US$ 42.600 millones, cantidad que podría invertirse en la economía nacional durante los próximos tres años.