El índice de precios de consumo (IPC)
en Estados Unidos bajó un 0,1% en agosto, después de un
incremento del 0,8% el mes anterior, informó hoy el
Departamento de Trabajo.
Excluidos los precios de alimentos y combustibles, que son los
más volátiles, la inflación subyacente del IPC en agosto fue del 0,2%.
Las cifras están según lo previsto dado que la mayoría de los
analistas había calculado para agosto una disminución del 0,1% en el IPC y un aumento del 0,2% en la inflación
subyacente.
La caída de precios de la energía en agosto contribuyó a la
primera disminución en el IPC en casi dos años.
En agosto los precios de la energía bajaron un 3,1%, la
mayor disminución desde octubre de 2006. Los precios de la gasolina
bajaron un 4,2%, y los del combustible para la calefacción
bajaron un 9,6%, la mayor caída en casi cinco años.
El informe del Departamento de Trabajo muestra que en agosto los
precios de los alimentos subieron un 0,6%, el menor
aumento en tres meses.
En un año el IPC ha subido un 5,4%, y la inflación
subyacente ha sido del 2,5%, lo cual está unas cinco
décimas por encima de lo que la Reserva Federal considera aceptable.