Por Constanza Morales H.
Un buen preludio de las cifras del Producto Interno Bruto (PIB) de la zona euro que se conocerán hoy. Así podría calificarse el dato de producción industrial del bloque en junio, que volvió al crecimiento tras la caída de mayo.

La Oficina de Estadísticas de la Unión Europea informó que la producción de las fábricas se elevó 0,7% respecto de mayo, cuando el índice descendió un corregido 0,2%. El dato estuvo por debajo de las estimaciones de los analistas. Comparada con un año antes, la producción se aceleró 0,3%, la primera ganancia anual desde octubre de 2011.
En el segundo trimestre como un todo, la actividad aumentó 1,1% frente al período enero-marzo, el mayor avance trimestral desde fines de 2010.
La actividad de las fábricas estuvo impulsada por un salto en la fabricación de bienes durables –como vehículos, computadores y productos electrónicos–, que subieron 4,9%, su mayor expansión desde julio de 2011, y por los bienes de capital, cuya producción se incrementó 2,5%.
“El informe revela que la recesión probablemente ha terminado en la zona euro”, escribió Peter Vanden Houte, economista de ING. “Sin embargo, con Grecia necesitando un nuevo rescate y una situación económica todavía frágil en la mayoría de los países de la periferia, lo que mejor podemos esperar es probablemente una recuperación suave”, advirtió.
En esa misma línea, Ben May, economista de Capital Economics, afirmó que “dudamos de que esto marque el comienzo de una recuperación fuerte y sostenida”.
El economista de IHS Global Insight Howard Archer declaró que “las condiciones se mantienen lejos de ser fáciles para los manufactureros de la zona euro con una demanda doméstica todavía frenada por los fuertes vientos en contra en varios países”.
Expansión desigual
El crecimiento del sector estuvo liderado por Alemania, donde la producción industrial aumentó 2,5%, la mayor alza en casi dos años. Francia, la segunda mayor economía de la región, sufrió un retroceso de 1,5% en la producción. Italia, por su parte, anotó una aceleración de 0,3%.
La manufactura de estas tres naciones representa dos tercios de toda la producción de la zona.
La actividad en España y Holanda, la cuarta y quinta mayores economías del área, también disminuyó 0,5% y 4,1%, respectivamente.
Los alentadores indicadores del bloque monetario publicados en las últimas semanas han tenido un efecto en el optimismo de los consumidores, las compañías y los analistas.
Mayor confianza
El índice de confianza de los inversionistas en la región, del instituto ZEW, se elevó desde 32,8 puntos en julio a 44 puntos este mes, la mejor lectura desde abril de 2010.
Para Michael Schroeder, economista de ZEW, el indicador es “un buen signo de que lo peor respecto de la recesión en Europa podría haber terminado”.
La confianza de los inversionistas alemanes creció a 42 puntos en agosto desde 36,3 puntos, el nivel más alto desde marzo.
El índice de condiciones actuales de la encuesta del ZEW se aceleró desde 10,6 puntos a 18,3 puntos, frente a un estimado incremento a 12 puntos.
“Las primeras señales del fin de la recesión en importantes países de la zona euro podrían haber contribuido al alza del indicador. Además, el optimismo económico es apoyado por la robusta demanda doméstica en Alemania”, aseguró el instituto en un comunicado.
Ayer también se conocieron los datos de inflación de diversos países europeos. El índice de precios al consumidor anual de Alemania subió desde 1,8% en junio a 1,9% el mes pasado, la mayor tasa desde diciembre.
La inflación en el Reino Unido se desaceleró desde su máximo de catorce meses de 2,9% anual en junio a 2,8% en julio.
En tanto, la variación de precios en España bajó desde un ritmo anual de 2,1% en junio a 1,8% el mes siguiente.