El
financiero estadounidense Bernard Madoff tenía US$ 173 millones en cheques
firmados en su oficina, que estaban preparados para ser enviados en el momento
de su detención, según la Fiscalía federal.
En la
documentación presentada hoy ante el Tribunal federal del Distrito Sur de Nueva
York, la Fiscalía detalla que esos cheques evidencian que el financiero
pretendía desviar los activos antes de que se descubriera que era responsable
de un fraude que podría ascender a US$ 50.000 millones.
"Cuando
se registró la oficina del acusado, los investigadores encontraron cerca de
cien cheques firmados por más de US$ 173 millones preparados para ser
enviados", asegura el fiscal federal en funciones Marc Litt en el
documento presentado.
Añade que
"lo único que impidió al acusado ejecutar su plan para disipar estos
activos fue su detención por el FBI el 11 de diciembre".
Este dato
se suma al conocido el miércoles de que la esposa de Madoff envió el pasado 24
de diciembre a familiares y amigos joyas y relojes por valor de un millón de
dólares.
Por todo
ello, los fiscales consideran que el neoyorquino de 70 años aún supone un
peligro para las víctimas que tratan de recuperar parte del dinero perdido, por
lo que debería ingresar en prisión a la espera de ser juzgado.
Tras su
detención, un juez federal determinó que Madoff podía permanecer fuera de
prisión siempre que cumpliera las condiciones de la fianza, que incluían su
encierro y vigilancia durante 24 horas en su ático de Manhattan y la
congelación de sus activos.