La canciller alemana, Angela Merkel,
calificó hoy el paquete de rescate de su Gobierno para la banca como
la "primera piedra" para un nuevo orden en los mercados financieros,
cuya finalidad es "proteger al ciudadano, no los intereses de los
bancos".
El objetivo del programa es "estabilizar el sistema financiero",
para lo que a esa primera piedra deberá seguir una segunda a nivel
internacional, dijo Merkel, consistente en mejorar los controles
sobre el mercado, incrementando el papel del Fondo Monetario
Internacional (FMI) en la supervisión de la banca.
El Gobierno de Berlín aprobó hoy un paquete de rescate de la
banca nacional que tendrá un volumen total de hasta 500.000 millones
de euros, el mayor programa de ayuda desde el fin de la II Guerra
Mundial.
De ese total, 400.000 millones de euros (US$560.000 millones) serán garantías públicas
a los créditos interbancarios, mientras que otros 80.000 millones de
euros serán ayudas directas a la banca y 20.000 millones más no
precisados.
Las garantías estatales alemanas tendrán un plazo límite hasta el
31 de diciembre de 2009, según el plan acordado por los líderes del
Eurogrupo en París
A cambio de las ayudas, los bancos deberán comprometerse a una
gestión empresarial "sólida" y "prudente".
La nueva ley, que será sometida durante la semana a su aprobación
por ambas cámaras parlamentarias en un procedimiento de urgencia,
permitirá al ministro de Finanzas, Peer Steinbrück, fijar
condiciones respecto a la remuneración de los directivos y personal
de la banca privada.
Merkel ha reconocido que la operación de rescate comportará un
mayor endeudamiento, lo que obliga a apartarse del objetivo de
alcanzar un presupuesto equilibrado en 2011.
Según el secretario general de la Unión Cristianodemócrata (CDU)
de Merkel, Ronald Pofalla, el plan del Gobierno prevé que los
estados federados asuman alrededor de la tercera parte de los
compromisos totales.
La bolsa de Fráncfort acogió las medidas con euforia y a la hora
de abrirse el parqué el índice DAX había subido ya un 6,5 por
ciento, tendencia que se mantuvo en las horas posteriores a la
apertura.