La máxima calificación crediticia de Estados Unidos, como la de Reino
Unido, está prácticamente "garantizada" durante otros tres años, pero a partir
de entonces "podría convertirse en vulnerable" sin subidas de
impuestos o recortes de gastos significativos en un entorno de recuperación,
según Moody's.
El director de ratings soberanos de la agencia, Pierre Cailleteau, entregó un mensaje de tranquilidad a corto plazo con otro de advertencia a largo
plazo. En declaraciones recogidas por Bloomberg destaca que "no vemos
presión sobre los ratings de Estados Unidos y Reino Unido para 2012".
A partir de esta fecha, el horizonte dibujado por el responsable de Moody's
resulta más amenazador. "Si el crecimiento no rebota como se espera, los
tipos de interés suben y no hay un movimiento significativo en términos de
subida de impuestos o recorte de gastos, los ratings podrían convertirse en
vulnerables", afirmó.
Sin embargo, el ejecutivo matizó sus palabras al señalar que éste
sería el "peor escenario" de los barajados por la entidad.