Isabel Ramos Jeldres
A través de un video subido a su sitio web y de un mensaje en Twitter comenzó su campaña para la reelección el presidente de Estados Unidos, Barack Obama. El camino, que se adelantó frente a procesos anteriores, estará marcado por los flancos que la administración ha dejado abiertos, como el déficit fiscal récord, las nuevas intervenciones militares en Medio Oriente y la dependencia del crudo.
“Estamos haciendo esto ahora porque la política en la que creemos no comienza con caros avisos comerciales en televisión o con extravaganzas, sino con ustedes, las personas que se organizan en cada cuadra, hablando con los vecinos, colegas y amigos. Y ese tipo de campaña toma tiempo”, escribió Obama en un correo electrónico que envió a sus adherentes.
La inscripción ante la Comisión Federal Electoral permitirá que el mandatario comience a recaudar dinero para su campaña. Según expertos, este monto ascenderá a US$ 1.000 millones, una cifra récord, después de que Obama reuniera US$ 750 millones en su campaña de 2008. En total, la elección de 2012 podría costar US$ 3 mil millones, un 50% más que el proceso anterior.
¿Obama puede otra vez?
Esta vez, Obama ya no es el candidato externo que llegó a la Casa Blanca con el respaldo de pequeñas donaciones de votantes nuevos y jóvenes inspirados por su mensaje de esperanza y cambio. Como actual mandatario, tiene mayor influencia y acceso a los medios.
“En 2008, era un candidato insurgente, alguien que apareció de la nada con una historia completamente diferente. La campaña de Obama era una cruzada tanto como una campaña tradicional para la presidencia”, dijo a Reuters el profesor de administración política de George Washington University y asesor demócrata, Christopher Arterton.
Obama está aprovechando de capitalizar la falta de un candidato republicano. Entre los candidatos que suenan entre las filas republicanas están el gobernador de Massachusetts, Mitt Romney, el ex gobernador de Minnesota, Tim Pawlenty, la ex gobernadora de Alaska, Sarah Palin, y hasta el millonario de los bienes raíces Donald Trump.
La aprobación del mandatario llegó a 42% en una encuesta de la Universidad de Quinnipiac, realizada entre el 22 y 28 de marzo. Eso representa una caída respecto del 46% que obtuvo el 3 de marzo, y es el menor nivel que ha registrado en esta encuesta.