Pepsi, la mayor compañía de snacks del mundo y el segundo productor de bebestibles que el inversionista Nelson Peltz quiere escindir, reportó ganancias en el tercer trimestre que cumplieron con las estimaciones de los analistas. Sin embargo, las ventas en la unidad de bebestibles sufrieron un retroceso, lo que intensifica la eterna batalla con su rival Coca Cola, que esta semana reportó un alza de 6% en sus utilidades impulsadas por las ventas en Norteamérica y un rebote de su negocio en Europa.
Las ganancias de Pepsi para el tercer trimestre se elevaron 0,6% a US$ 1.913 millones desde los US$ 1.902 millones en el mismo período del año anterior.
Por su parte, las ventas totales se elevaron 1,5% a
US$ 16.900 millones. Los analistas consultados por Bloomberg habían estimado US$ 17.000 millones en promedio. Los ingresos por Frito-Lay y otros snacks en el continente americano crecieron 7%, sin considerar los efectos de adquisiciones, desinversiones y fluctuaciones de divisas.
Sobre esa base, las ventas de bebestibles en el mismo territorio retrocedieron 1,5%.
¿División en la firma?
El incremento que tuvo en las ventas de snacks fortalece la postura de la directora ejecutiva, Indra Nooyi, frente al inversionista activista Nelson Peltz, quien la ha presionado para que adquiera al fabricante de galletas Mondelez International para incrementar el valor de la compañía, y luego escinda la unidad de snacks como una compañía aparte.
“La franquicia de snacks probablemente nunca ha estado tan sólida”, comentó a Bloomberg el analista de Edward Jones & Co., Jack Russo. “Los bebestibles siguen con problemas, pero la belleza de esta historia, como se ha visto este trimestre, es que tienen un negocio de bebestibles y alimentos y, si uno es más fuerte puede compensar si el otro es más débil”, acotó.
Pepsi ha dicho que su estrategia es la mejor para crear valor para los accionistas.
Cierre del gobierno
El director financiero de Pepsi, Hugh Johnston, dijo que el cierre parcial del gobierno de Estados Unidos no ha afectado los hábitos de gasto de los consumidores. “Hay ciertos lugares en el país donde los trabajadores federales han dejado de trabajar por un tiempo, y eso crea el potencial para algo de alteración, pero no hemos visto eso aún”, añadió Johnston.

