El presidente Donald Trump amenazó con cancelar aún más agencias federales tras el inicio del cierre del gobierno, esta semana, en vísperas de una reunión con Russ Vought, su director de Presupuesto y firme promotor de la reducción del tamaño del Estado.
Trump escribió en su plataforma Truth Social que discutirá con Vought “qué agencias demócratas, la mayoría de las cuales son una estafa política”, deben ser eliminadas y si esos recortes serán temporales o permanentes. “No puedo creer que los demócratas de izquierda radical me hayan dado esta oportunidad sin precedentes”, añadió.
Su administración ya anunció el despido de miles de trabajadores federales y el cierre de programas de infraestructura y energía limpia en estados gobernados por demócratas, utilizando el cierre presupuestario como herramienta para reducir el gasto público.
Desde el Congreso, los demócratas acusan a la Casa Blanca de usar el cierre como pretexto para ejecutar antiguos planes diseñados para desmantelar el gobierno y castigar a sus opositores políticos. “En lugar de responder al daño causado en los últimos nueve meses, el presidente está subiendo la apuesta”, advirtió el congresista demócrata Pat Ryan, quien denunció los recortes a la financiación bipartidista de infraestructura.
Vought impulsa agenda de “Project 2025”
Vought, considerado una figura clave dentro de la administración e impulsor del manifiesto conservador “Proyecto 2025”, fue designado como director interino de la Oficina de Protección Financiera del Consumidor (CFPB, sigla en inglés), una de las agencias que Trump busca desmantelar por asociarla a “prioridades izquierdistas”.
En los primeros meses de su segundo mandato, Trump cerró la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (Usaid, sigla en inglés) y avanzó en la eliminación de otras instituciones. Desde que comenzó el cierre este miércoles, Vought anunció que proyectos de infraestructura por US$ 18 mil millones en Nueva York —como la renovación del túnel Hudson y la expansión del metro en la Segunda Avenida— han sido suspendidos mientras se evalúa si su financiamiento se basa en “principios inconstitucionales de Diversidad, Equidad e Inclusión (DEI, sigla en inglés)”.
Asimismo, declaró que US$ 8 mil millones en financiamiento para energía limpia —que calificó como “Nueva Estafa Verde para impulsar la agenda climática de la izquierda”— serán eliminados en estados que han votado recientemente por los demócratas.
Muchos republicanos celebraron las medidas. El senador Mike Lee afirmó en X: “El director de la OMB, Russ Vought, ha estado soñando y preparándose meticulosamente para el shutdown de Schumer desde la pubertad (en referencia al líder de la minoría demócrata del Senado, Charles Schumer). Esto será la peor pesadilla de los demócratas”.
Impacto económico
El secretario del Tesoro, Scott Bessent, defendió las amenazas de la Casa Blanca sobre recortes permanentes y despidos masivos. “No creo que sea irracional que el presidente utilice todas las palancas a su disposición”, dijo.
Bessent reconoció que el cierre podría afectar el crecimiento económico y el PIB, advirtiendo “un golpe a la economía y a los trabajadores estadounidenses”. Sin embargo, responsabilizó a los demócratas, comparándolos con “terroristas” y acusándolos de “tomar como rehén” al gobierno para satisfacer a los sectores progresistas.
“Quieren decir: esto es lo que debemos obtener. Y si no lo conseguimos, vamos a cerrar el gobierno”, añadió.