El presidente Donald Trump confirmó los reportes de que autorizó a la Agencia Central de Inteligencia (CIA) a realizar acciones encubiertas en Venezuela, argumentando que debía frenar el flujo de drogas y migrantes ilegales hacia EEUU.
“Lo autoricé por dos razones”, dijo Trump desde la Casa Blanca, y añadió que los líderes venezolanos “vaciarían sus cárceles hacia Estados Unidos” y que “tenemos muchas drogas que provienen de Venezuela”.
El mandatario fue consultado sobre el tema luego de que The New York Times informara más temprano este miércoles que había autorizado a la CIA a actuar como parte de los esfuerzos por aumentar la presión sobre el presidente Nicolás Maduro. Según el medio, la agencia estaría facultada para tomar medidas contra Maduro o su gobierno, ya sea de forma directa o como parte de una operación militar más amplia.
Trump evitó responder a un periodista que le preguntó si la CIA tenía autoridad para eliminar a Maduro. “Es una pregunta ridícula. No voy a contestar (...) ¿No les parece que sería inapropiado que yo respondiera?”, dijo. “Pero creo que Venezuela está sintiendo la presión”.
De acuerdo con el reporte del medio estadounidense, la CIA también tendría autorización para llevar a cabo operaciones letales en Venezuela y realizar diversas misiones en el Caribe. No está claro si la agencia está planificando activamente operaciones en territorio venezolano o si las facultades se concedieron como medida preventiva.
EEUU ya ha atacado media docena de embarcaciones en el sur del Caribe desde comienzos de septiembre, señalando que transportaban drogas hacia su territorio. Los ataques han incrementado la tensión con Maduro y alimentado la especulación sobre una posible ofensiva terrestre estadounidense en Venezuela.
La administración Trump había ofrecido anteriormente US$ 50 millones por información que condujera a la captura de Maduro, a quien acusa de “narcoterrorismo”, y envió buques de guerra al sur del Caribe en agosto.
Trump suspendió recientemente el diálogo diplomático con Venezuela, según fuentes cercanas a la decisión, una medida que refuerza el enfoque más duro del secretario de Estado Marco Rubio y que podría derivar en una mayor escalada del conflicto.