Política

¿Y China? el rol que podría tomar el gigante asiático en Afganistán

Ahora Estados Unidos se ha ido para siempre. China, habiéndose presentado como una fuerza alternativa para el desarrollo económico y la seguridad en la región, puede brindar ayuda, inversión y apoyo técnico.

Por: Reuters | Publicado: Lunes 16 de agosto de 2021 a las 10:14 hrs.
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La caída del gobierno respaldado por Estados Unidos en Kabul es un momento histórico en Beijing. El presidente Xi Jinping ha argumentado durante mucho tiempo que la seguridad asiática debe ser administrada por asiáticos. Ahora hay presión para demostrar que China puede ayudar a estabilizar económicamente Afganistán mientras protege las inversiones chinas cercanas. 

Estados Unidos puede haber desperdiciado dos décadas en la construcción de una nación, pero China cosechó un dividendo de seguridad de todos modos. Incluso cuando la presencia militar estadounidense tenía como objetivo fomentar la estabilidad, Beijing construyó o dominó iniciativas regionales que excluían la participación de Estados Unidos, como la Organización de Cooperación de Shanghai y la Conferencia sobre Interacción y Medidas de Fomento de la Confianza en Asia. China invirtió dinero en infraestructura, algunos pasaron dentro del alcance de la frontera afgana, conectando a la República Popular con los mercados de Europa y los proveedores de energía en el Medio Oriente.

Ahora Estados Unidos se ha ido para siempre. China, habiéndose presentado como una fuerza alternativa para el desarrollo económico y la seguridad en la región, puede brindar ayuda, inversión y apoyo técnico. Los mineros estatales chinos podrían ayudar a Afganistán a explotar sus vastas reservas minerales, valoradas en más de US$ 3 billones (millones de millones) según las estimaciones oficiales en 2017, mientras que sus empresas de construcción podrían atravesar carreteras, ferrocarriles y oleoductos, llenando lo que ahora es un vasto espacio en blanco en la franja y en la ruta de Xi.

Por otro lado, los diplomáticos chinos insistirán en que los líderes talibanes que han tomado el control repriman cualquier ataque a través de la frontera china hacia Xinjiang y negarán el apoyo a las entidades que han apuntado a las inversiones y los ciudadanos chinos en el vecino Pakistán. Puede ser difícil para el grupo venderlo a todos sus miembros: el gobierno central chino ha confinado a más de un millón de uigures y otras minorías étnicas en campos de internamiento, según estimaciones citadas por Naciones Unidas. Muchos de estos musulmanes han sido internados por lo que parecen ser prácticas no radicales. China dice que los campamentos disuaden al terrorismo y brindan capacitación vocacional, pero es poco probable que eso calme cualquier indignación.

Los talibanes han prometido mantenerse al margen de los asuntos internos de China. Sin embargo, queda por ver si pueden controlar el país. Si no pueden, muchos vecinos buscarán en Beijing que lidere una respuesta. Eso podría arrastrarlo al atolladero del que los estadounidenses acaban de escapar.

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