El celular se convierte en la nueva caja registradora
Un lector de tarjeta convierte el smartphone o la tablet en un dispositivo de cobro. Square, iZettle, SumUP, Payleven y Paypal son algunos de los jugadores que compiten en este segmento.
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Los dispositivos móviles se han convertido en los nuevos aliados de los pequeños negocios que quieren aceptar pagos con tarjetas. El planteamiento es sencillo: un lector de tarjetas se conecta (vía bluetooth o mediante la entrada de audífonos) con el smartphone o tablet, en el que se instala la aplicación que permite procesar el pago.
En Estados Unidos, la compañía que ha abanderado esta fórmula es Square, creada en 2009 por Jack Dorsey, uno de los cofundadores de Twitter. En Europa, donde Square no ha desembarcado debido a que su tecnología sólo permite leer tarjetas de banda magnética, hay alternativas como iZettle, Payleven y SumUp.
La sueca iZettle, presente en nueve países, aterrizó hace año y medio en España. Está apoyada por Santander, inversionista y socio comercial en España, Reino Unido y Latinoamérica.
Si Santander se ha aliado con iZettle, BBVA lo ha hecho con SumUp, compañía alemana con presencia en trece países, en la que invirtió el año pasado a través de BBVA Ventures.
Pequeños comercios
El cobro de operaciones con tarjeta desde un smartphone es una alternativa al clásico POS (terminal punto de venta) para pequeños comercios y profesionales autónomos, muchos de los cuales no admiten el pago con tarjeta porque no les sale rentable la máquina POS tradicional, que “suele llevar asociados costos fijos, volúmenes mínimos de ventas y contratos de permanencia”, explica Fernando De la Borbolla, responsable de SumUp en España, desde el otoño (boreal) de 2012.
Estos costos desaparecen con esta alternativa; a cambio, eso sí, de pagar una comisión algo superior por cada transacción realizada. Por ejemplo, la comisión en iZettle va desde 1,5% a 2,75% en función del volumen de facturación. En el caso de SumUp, la comisión es de 1,5%, mientras que Payleven cobra un 2,75%. Además, los negocios tienen que hacer un pequeño desembolso inicial de entre 80 y 100 euros (US$ 108 a US$ 135) para comprar el lector de tarjetas.
“Hay mucho margen para crecer. En los mercados europeos donde operamos, que comprenden los países escandinavos, Alemania, Reino Unido y España, estimamos que hay 20 millones de comercios que no aceptan pagos con tarjeta. El cobro vía teléfono móvil permite incluirlos en el sistema”, apunta Ignacio García, director general de iZettle en España.
El cobro con tarjetas desde el móvil está siendo adoptado por colectivos como taxistas, pequeñas tiendas, vendedores itinerantes, profesionales que se desplazan (como gasfiter y cerrajeros) o restaurantes de comida a domicilio, que de esta forma pueden aceptar el pago con tarjeta y evitar así perder ventas.
“Hay empresas que han dotado a sus comerciales de este sistema. Así evitan el riesgo de la morosidad o de esperar hasta 180 días para cobrar las facturas. También están muy interesados en negocios estacionales de zonas costeras, que de esta forma no tienen que asumir costos fijos ni las penalizaciones que suelen imponer las entidades en el caso de no usar el POS en ciertos períodos”, explica García.
Herramientas
En su opinión, el cobro con tarjetas desde el móvil se acabará convirtiendo en un negocio en el que no habrá espacio para la diferenciación. El ejecutivo explica que, por eso, el objetivo de iZettle es ir más allá, y poder ofrecer a los negocios herramientas de fidelización de clientes o de recomendación ligadas a la aplicación de cobros.
SQUARE
Un millón de negocios utilizan en EEUU el sistema de pago de Square. En 2013 procesó más de US$ 20.000 millones en transacciones y facturó US$ 550 millones, con pérdidas de US$ 100 millones. Fundada en 2009, su expansión internacional (opera también en Canadá y Japón) ha sido lenta. En Europa no sirve su tecnología porque no lee las tarjetas chip.
IZETTLE
La compañía sueca acaba de cerrar una ronda de 40 millones de euros. Desde su fundación en 2010, ha recaudado 80 millones de euros de capital de riesgo e inversionistas como Santander (invirtió el año pasado 5 millones de euros), Mastercard, American Express e Intel. La compañía se apoya en la red comercial de bancos y operadoras para impulsar su adopción.
SUMUP
La compañía alemana, que desembarcó en España en noviembre de 2012, acaba de lanzar su propio lector de tarjetas chip. Hasta ahora, el sistema se basaba en el cobro mediante el envío de un enlace al terminal del cliente, que es el encargado de introducir la información de su tarjeta en el celular y confirmar el pago. Entre sus accionistas están American Express, BBVA y Groupon.
PAYLEVEN
Fundada en 2012, opera en nueve países con un sistema que permite aceptar pagos con tarjeta mediante un lector conectado al smartphone o tablet. La compañía lanzó en el otoño (boreal) en España su lector de tarjetas, que se puede comprar en las tiendas de Apple por 80 euros. También permite enviar recibos vía email a los clientes o imprimirlos en una pequeña impresora móvil.
PAYPAL
El gigante del pago online también ha entrado en este negocio a través de PayPal Here, que ofrece un lector de tarjetas gratuito que convierte el celular en medio de pago (la comisión es de 2,7%). Está operativo en Estados Unidos, Canadá, Australia, Japón y Reino Unido. Aunque aún no hay fechas concretas, la compañía asegura que tiene planes para ingresar la tecnología también a España.
INGENICO
La aparición de nuevas compañías como Square, iZettle, SumUP o PayLeven, que han encontrado un nicho de negocio al convertir el celular en una caja registradora, ha obligado a los fabricantes tradicionales del sector de terminales de punto de venta, como Ingenico y VeriFone, a ampliar su oferta de dispositivos para incluir también propuestas de cobro mediante teléfonos móviles.