El huracán Sandy, catalogado por los meteorólogos como un híbrido raro de "súper tormenta", ya está empezando a causar estragos en Estados Unidos.
Aunque todavía no toca tierra, los vientos que acompañan a Sandy ya han dejado a cerca de 765.000 clientes sin energía eléctrica en la Costa Este y a más de un millón con problemas de intermitencia.
Según informan los medios estadounidenses, sólo en Nueva York ya hay 105.000 familias sin suministro eléctrico, mientras que en New Jersey hay unas 35.000 personas sin el servicio.
El huracán, que arrastra vientos máximos sostenidos a 150 kilómetros por hora y que es de categoría 1, amenaza la costa noreste de EEUU con un peligroso oleaje.
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ya advirtió esta tarde, por medio de una rueda de prensa, que "incluso una vez que pase la tormenta tardará días en recuperarse la marcha normal de las ciudades. Desde el transporte público a los cortes de luz", debido a la gran potencia que presenta "Sandy".
Expertos del Centro Nacional de Huracanes, por su parte, informaron que las lluvias, los fuertes vientos y la nieve se extenderán desde Carolina del Norte hasta Nueva Inglaterra por lo que en muchas ciudades deberán cerrarse las escuelas, lugares de trabajo, terminales de buses y trenes y otros servicios públicos.
Cabe destacar que incluso Wall Street se encuentra cerrado debido al paso de Sandy. La bolsa neoyorkina permanecerá en esa condición hasta mañana.